Se publicaba hace apenas un mes, en la revista Nature, y es uno de los estudios más grandes realizados hasta ahora sobre la covid persistente. Lo firman médicos, científicos y bioinformáticos, porque además de estudiar los casos de casi 35.000 pacientes, han utilizado un algoritmo de aprendizaje automático para detectar patrones de síntomas. Es decir, síntomas comunes que permitan acotar y definir mejor el hasta ahora difuso mapa de la covid persistente.
Los investigadores han detectado cuatro subtipos de "long covid", en las decenas de miles de casos estudiados, según los síntomas que presentan los pacientes. Son estos:
Pero el estudio aporta, además, otros datos interesantes, porque en cada subtipo de covid persistente, los pacientes presentan características parecidas: en cuanto a la infección que sufrieron, al momento en que la pasaron, su sexo o su edad.
“Constatar el agrupamiento de casos puede afectar profundamente al pronóstico y la atención de los pacientes”, advierten los autores del estudio, que está liderado por el departamento de Ciencias de la Salud de la Población en el Centro Médico Weill Corner de Nueva York.
El estudio es importante, porque hasta ahora se habían ido estudiando más los síntomas de la covid persistente de forma aislada que de forma concurrente. Y es lo primero que advierten los autores. "A diferencia de la investigación existente, que ha estudiado estas afecciones de forma independiente, desarrollamos un marco basado en datos para identificar subfenotipos de pacientes infectados con SARS-CoV-2 en función de los síntomas registrados entre 30 y 180 días tras la fecha de confirmación de la infección".
Y es importante también porque analizaron decenas de miles de datos, extraídos de las historias clínicas de pacientes de dos cohortes grandes: INSIGHT (20.881 pacientes del estado de Nueva York) y OneFlorida+ (13.724 de los estados de Florida, Georgia y Alabama). Al aplicar su algoritmo a ambas cohortes, del norte y el sur de EE.UU., hallaron resultados muy similares.
En total, estudiaron datos de 34.605 pacientes con covid persistente, recopilados entre marzo de 2020 y noviembre de 2021, es decir, anteriores a la variante ómicron, que llegó en diciembre de 2021.
Los autores, científicos y bioinformáticos de varias universidades e instituciones estadounidenses, analizaron “más de 137 síntomas y condiciones” distintas en el período posterior a la infección aguda por SARS-CoV-2, e identificaron “cuatro subfenotipos de PASC”, presentes en porcentajes similares en ambas cohortes. Los más frecuentes, los del subtipo 1 y 2.
El primer subtipo detectado fue el de los síntomas cardíacos y renales. Es el patrón presente en un tercio de los casos. "Problemas relacionados con el corazón, el riñón, la circulación, la insuficiencia renal, la anemia y los trastornos de líquidos y electrolitos", explican en el estudio.
Dentro de este subtipo de covid persistente, los pacientes comparten otras características.
El segundo patrón o subtipo de covid persistente, comparable al anterior en cuanto a frecuencia (un tercio de los pacientes estudiados) incluye afecciones respiratorias, ansiedad, trastornos del sueño y otros como dolor de cabeza y torácico. En este grupo destacan otros rasgos comunes:
Los otros dos subtipos de "long covid" afectan a menos pacientes. Incluyen los siguientes síntomas, respectivamente:
Afectan al 23% de los pacientes estudiados, con una edad media de 57 años y más comorbilidades de enfermedades autoinmunes y alérgicas, como la artritis reumatoide y el asma, así como otras enfermedades musculoesqueléticas y del sistema nervioso. Los síntomas de este subtipo de covid persistente se dan más en mujeres (60%) que en hombres.
Afectan al 10% de los pacientes, con una media de edad de 54 años y en su mayoría mujeres (61%). Son pacientes con menos comorbilidades subyacentes, pero "una prevalencia ligeramente mayor de afecciones del sistema digestivo".
Es destacable que, en todos los subtipos de covid persistente menos en el primero, la mayoría de los pacientes (más del 60%) son mujeres. “La diferencia por sexo en cuanto al riesgo de padecer covid persistente es consistente con investigaciones anteriores, pero hasta ahora muy pocos estudios han tratado de descubrir los mecanismos subyacentes a esto”, asegura Wang.
El estudio está financiado por el proyecto RECOVER de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EE.UU, cuyo objetivo es entender la recuperación de la covid y por qué algunas personas no se recuperan del todo y desarrollan “long covid” o covid persistente. Consideran tal la "gran variedad de síntomas que persisten semanas o meses después de superar la infección", algo a lo que se refieren también como 'PASC' (siglas en inglés de Secuelas Post Agudas del SARS-CoV-2).
Sus hallazgos, advierten los autores, "podrían ser útiles para los médicos y los sistemas de salud, para el desarrollo de modelos de atención que satisfagan las necesidades de los pacientes con PASC". Porque, tres años después de que el SARS-CoV-2 llegara a nuestras vidas, la covid persistente sigue siendo la asignatura pendiente de la pandemia.