En Marbella continúan buscando los restos de Natalia, la mujer que fue decapitada por su expareja y arrojada al mar. La mujer le había denunciado por violencia de género a mediados del pasado mes de diciembre. Sobre su expareja pesaba, además de una orden de alejamiento, la prohibición de ponerse en contacto con ella, pero no le sirvió para salvar la vida.
Desde primera hora, los Geas de la Guardia Civil han estado buceando en la zona en la que se encontró parte del cuerpo. Finalmente, la Guardia Civil no ha encontrado en el mar los restos del cuerpo mutilado de Natalia. Los expertos reconocen que es como buscar una aguja en un pajar.
Natalia había nacido en Colombia hace 46 años. Su cuerpo fue encontrado flotando por un pescador entre unas rocas en una playa de Marbella, el domingo 8 de enero. Había sido decapitada y le habían cercenado ambas manos. El shock en la zona fue total. Incluso se habló de ajuste de cuentas. Pero no. El hermano de la víctima se presentó en la comisaría para denunciar su desaparición. Había reconocido un rasgo característica en el cuerpo mutilado. Aseguraba que la mujer había recibido los días previos amenazas por teléfono de su expareja: Leonel, un colombiano 45 años.
En un punto de la playa, Leonel representó con total frialdad su versión de los hechos. Pero los investigadores no le creen. Dijo que le dio un golpe y la descuartizó con una sierra radial, pero es imposible que lo hiciera en la misma playa. Y además, no encontraron restos de sangre. Nada que apoye su versión. El amigo de Leonel asegura que los dejó en esa playa. De hecho, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Marbella ha acordado este viernes la puesta en libertad provisional de este hombre que mantiene que Natalia estaba viva cuando la dejó en la playa. La familia cree que se le tendieron una trampa.
Su hijo es la última persona que hablo con Natalia en enero: "Este malparido se creyó con derecho de quitarle la vida a mi madre". Natalia cortó la relación en diciembre y lo denunció por las agresiones. Fue condenado a seis meses de prisión que no cumplió tras un pacto con el fiscal. quedó en libertad con orden de alejamiento, pero sin vigilancia se dedicó a acosarla. La familia ha pedido ayuda en las redes para poder viajar para enterrar a Natalia o al menos traer sus resto de vuelta a Colombia.