El protocolo de Interior recibe ya los primeros avisos legales antes de ser una realidad y un dato que pone los pies en el suelo. Solo si se valora que hay un riesgo para la vida de la víctima se podrá comunicar a la mujer que su conviviente tiene antecedentes. Miguel Lorente, que fue Delegado del Gobierno para la Violencia de Género, deja claro que esta medida afectaría a cifras muy bajas. Solo a los denunciados y de ellos al 40% que son los que reinciden, lo que acabaría siendo entorno a un 12% de los casos. Por eso, el experto cree que el problema no son las valoraciones de riesgo policiales sino las judiciales, que son muy mejorables.
La realidad es que el Gobierno, impactado por las cifras de muertas por violencia de género en 2023 ha intentado dar un golpe de efecto inmediato, sin tener en cuenta que pese a períodos puntuales, el número de mujeres fallecidas por esta lacra acaba siendo similar al final de año. Y que hay múltiples factores que provocan picos de sierra puntuales.
Los errores de la ley del sí es sí, han hecho mella, aunque en este punto el Ejecutivo no parece que vaya a ceder en nada a tenor de las palabras de la portavoz. "El Gobierno confiaba en la interpretación clásica de la doctrina. Ahora confiamos en esa aplicación de la norma", ha reivindicado Isabel Rodríguez, portavoz del Gobierno, quien ha subrayado que el Ejecutivo espera que "se produzca una unificación de la doctrina" por parte del Tribunal Supremo que permita "valorar la ley en su conjunto y en toda su extensión".
Interior consultó a la Fiscalía de Sala contra la Violencia sobre la Mujer si las fuerzas de seguridad pueden comunicar a una mujer que denuncie una agresión machista en dependencias policiales que su pareja tiene antecedentes por malos tratos y está incluida dentro del sistema de VioGén. Con el objetivo de combatir el aumento de crímenes machistas, Interior hizo esta consulta para estudiar cómo podía avisar a posibles víctimas del riesgo que corren al convivir con un agresor persistente tras constatar que en algunos de los últimos asesinatos no constaban denuncias previas pero el maltratador sí que estaba en el sistema VioGén por agresiones a anteriores parejas.
La realidad, que ya ha advertido la fiscalía y que Interior ya admite, es que no se podrá hacer de manera automática y generalizada. Solo si se valora que hay un riesgo para la vida de la víctima se podrá comunicar a la mujer que su conviviente tiene antecedentes.
El Gobierno defiende el Sistema de Seguimiento Integral en los Casos de Violencia de Género (VioGén) pese a los trágicos datos de las últimas semanas, en las que se han producido al menos 13 asesinatos machistas (11 en diciembre y 2 en la primera semana de enero), aunque asume que "algo está fallando".
Algo que no se puede olvidar nunca el contexto en el que se producen los hechos. Navidad es una de las épocas del año en la que se registra una mayor incidencia de violencia machista debido a que los maltratadores ven más cuestionada su autoridad sobre la víctima y su control sobre ella. Históricamente, julio y agosto y el período de diciembre y enero, muestran una mayor incidencia de sucesos machistas, especialmente en los domicilios.
La media de crímenes por violencia de género en los meses de verano es de 5,5 mujeres, y de 4,7 en los que se celebra la Navidad. Esto se debe a la "dinámica relacional" que se produce en ellos, con una mayor convivencia de las parejas, se elimina la rutina habitual y se realizan más planes, además de tomarse más decisiones.
"Tanto en verano como en Navidad, hay conflictos familiares, se toman decisiones y el agresor lo siente como un cuestionamiento de su autoridad. Al mismo tiempo, este percibe que ha fracasado en sus objetivo, que es el aislamiento de la víctima de una fuente de apoyo externo, distanciarla de la familia y sus amistades. Cuando la familia está cerca, la mujer tiene una red de apoyo", explica Lorente.
Esta situación de pérdida de autoridad provoca, además, en el maltratador "una especie de acumulación" de su ira. De ahí que la mayoría de los crímenes se produzcan "entre las ocho de la tarde y las dos de la mañana". Así lo ha recogido el propio Lorente en los informes que elabora para el CGPJ analizando los casos en los que trabaja como forense.
La falta de control, por su parte, es el motivo del asesinato machista cuando agresor y víctima no viven juntos. En este sentido, el experto ha señalado que, en el día a día, la expareja conoce la rutina de su víctima, pero durante los periodos de vacaciones o fiestas su vida cambia y tiene más momentos de ocio con amigos. "Es esa pérdida de control sobre su vida la que provoca el incremento de la violencia", ha insistido.
Además, el hecho de que se conozcan más casos provoca "un refuerzo" en las intenciones de homicidio del maltratado. Lorente ha señalado, en este aspecto, que "no se trata de un efecto llamada como algunos dicen", sino que los maltratadores "que ya tienen pensado matar" toman "como referencia" los "argumentos" de estos casos y "refuerzan su decisión" o "se sienten identificados" con los otros agresores.
Como propuestas para intentar evitar estas situaciones, Lorente propone elevar los niveles de riesgo de las víctimas durante estas épocas. El experto cree que debe dar igual la época o la hora a la que se le hace el test de riesgo a la víctima para su registro en el sistema de seguridad. A su juicio, si este es leve, en Navidad debería "elevarse" porque "hay factores de mayor incidencia". También los elevaría ante repuntes como los registrados en las últimas semanas del año, por "riesgo ante homicidios previos".
También llama a poner en marcha un protocolo similar al de Estados Unidos con los pederastas que obliga, en el caso de casos menos peligrosos, a que la policía cercana a la zona en la que vive esta personas esté informada de su caso y haga seguimiento del mismo; en casos intermedios, informar a instituciones como colegios o lugares de ocio; y en casos de finalización de condena pero con riesgo de reincidencia, a todo el vecindario o familias que podrían ser perjudicadas.
De las asesinadas en 2022, un 42% había denunciado, mientras que un 58% no lo hizo, una cifra que sigue siendo mayoría. Es por eso que pide al Gobierno centrarse en esa circunstancia y "no limitar la solución de la crisis" a una mejor atención de las víctimas. Para Lorente, la situación que vive el país con esta lacra es, en parte, consecuencia de la postura "pasiva" que existe "con el negacionismo" sobre esta materia.