Es otro misterio el que rodea a la desaparición de Natalia Hernández. La joven fue vista por última vez en el aeropuerto de La Palma el pasado 24 de octubre: aterrizó en la Isla Bonita para incorporarse a su nuevo puesto de trabajo pero nunca llegó a recoger su equipaje. 18 días después de su desaparición, su familia denunció su ausencia. Y, desde entonces, nada. Ni rastro. Ni la familia ni los amigos saben qué ha podido pasar ni si tenía planeado un cambio radical en su vida.
Natalia viajó hasta La Palma para trabajar en un hotel de Fuencaliente, pero nunca recogió su equipaje. Según sus amigos, había pasado por una ruptura sentimental y estaba algo perdida. Las circunstancias de su desaparición han hecho que se plantee cualquier hipótesis. Desde un suceso grave como un secuestro hasta una desaparición voluntaria, algo que no parece propio de ella, según ha confesado Ana, una de sus amigas al Programa Ya es Mediodía. La Policía ha certificado que Natalia aterrizó en el aeropuerto, pero no salió.
Natalia Hernández mide 1,68 metros, es de complexión delgada, pelo rubio largo, ojos azules, piercing en la nariz y un tatuaje en el hombro derecho.