En estas fechas tan emotivas como es la Navidad, no nos podemos olvidar de aquellos que las pasan en un hospital o a los que están solos, especialmente los más mayores. En las residencias de ancianos se multiplican los esfuerzos para que ningún mayor sienta la soledad.
Con ese objetivo, el director de la residencia de Campolongo, en Pontevedra, Juanjo López, llevó a cabo una campaña en la que reclamaba que se enviasen cartas a los huéspedes del centro. Y la iniciativa ha sido todo un éxito.
Más de 17.000 cartas de todo el mundo llenan de cariño y de amor a los mayores de esta residencia gallega. María José Soage, una de las trabajadoras, asegura que "emociona muchísimo ver tantas cartas y postales, se me pone la piel de gallina".
Tras vivir unos años complicados, donde reinaba el sentimiento de soledad, han puesto en marcha una iniciativa para devolverles la ilusión. "Esto es amor en vena", subraya López.
Son más de 100 residentes, pero solo 10 pasarán la Nochebuena con sus familias. "Ellos se dan cuenta de que son épocas que deberían estar en casa", explica María Figueroa, otra de las empleadas del centro.
Por eso, un abrazo, una conversación y unas palabras tan sinceras son el mejor regalo para ellos. Un cariño desbordante que provoca un sentimiento generalizado. "Una alegría muy grande" dice una de las residentes, mientras otra reconoce que "me emociono, lloro mucho".
Y, como consecuencia, su agradecimiento más puro. "Esto es un placer para nosotros, no hay dinero que lo pague", afirma una mujer. Otro de los habitantes del centro destaca que "me devolvió la sonrisa que no tenía".
Gestos muy pequeños pero que llenan de felicidad, y esa es la verdadera esencia de esta época del año.