El jurado ha declarado por unanimidad culpable a Beatriu de haber dado muerte intencionadamente a su marido, Isaac, que tenía una enfermedad degenerativa, en Godelleta en 2019. Asimismo, solicita que, de ser condenada, no se proponga al Gobierno el indulto de la pena.
Tras oír el fallo del jurado, el fiscal ha reiterado su petición de prisión permanente revisable para la acusada por un delito de asesinato en persona especialmente vulnerable por la discapacidad de la víctima, con la agravante de parentesco, y ha pedido la indemnización de 125.000 euros para la hija mayor y 155.000 euros para el hijo menor que Isaac tenía de una relación anterior. La acusación particular también pide la pena de prisión permanente revisable.
Por su parte, la defensa, que en la última sesión del juicio modificó su petición inicial de absolución a dos años de prisión por un delito de auxilio al suicidio, ha anunciado la presentación de un recurso.
Los hechos se remontan al 1 de diciembre de 2019, cuando la acusada le suministró a la víctima una pastilla para que se durmiera, bajo el engaño de que el medicamento era para calmar su dolor. Con la víctima dormida, la mujer fue hasta la finca que había alquilado, donde abrió una bombona de butano en el coche con el hombre en su interior con la intención de que muriera.
Tiempo después, como el hombre no falleció, la mujer le puso un cordón de zapatos alrededor del cuello hasta estrangularle. A continuación, tiró el cadáver de su marido en una fosa del terreno alquilado en Godelleta, que tapó con tierra, piedras y productos químicos. Durante más de siete meses, la mujer simuló que la víctima seguía con vida al mandar mensajes desde su teléfono móvil en el que pedía que no le buscaran.