Tras el asesinato de dos niñas de Quintanar del Rey a manos de su madre, una guardia civil, todos en el pueblo dijeron que la relación entre ella y su exmarido era buena. Aunque lo cierto es que en los últimos meses habían surgido problemas. “Mami se ha enfadado porque vamos a pasar la Nochebuena con vosotros y porque también queremos pasar la Nochevieja aquí”, le dijo una de las niñas a su abuela paterna.
Las niñas, Iris y Lara, de 9 y 11 años, pasaban mucho tiempo con sus abuelos paternos, mientras sus padres trabajaban. La madre era de Algeciras, por tanto, no tenía familia en Cuenca.
Cuentan en Quintanar del Rey que las niñas tenían una muy buena relación con sus abuelos y con el resto de la familia paterna. A veces, las niñas se confesaban con ellos: “Mami se ha enfadado porque vamos a pasar la Nochebuena con vosotros y porque también queremos pasar la Nochevieja aquí”, asegura El Mundo que le dijo una de las pequeñas a Mari, la abuela, hace escasas semanas jugando en su casa.
Paola y Santiago parecía se llevaban bien, señalaron en el pueblo tras conocerse que la madre había asesinado a las niñas.
Nadie se podía imaginar en el pueblo la tragedia. Paola, presuntamente, disparó a sus hijas, Iris y Lara, y luego se suicidó. Un compañero de la Guardia Civil descubrió los cadáveres cuando fue a buscarla porque no se presentó a su puesto.
Ayer se vio a Santiago salir del cuartel donde sus hijas vivían con su exmujer roto de dolor. El juzgado que se ha hecho cargo de la investigación ha decretado el secreto de sumario.