Un policía nacional, perteneciente a la comisaría de la calle Río Sella, en Castellón, ha muerto este jueves después de dispararse con su propia arma en los juzgados del bulevar Blasco Ibáñez, según ha informado Mediterráneo. El diario asegura que el agente se encontraba en la clínica forense cuando ha sacado su pistola y se ha pegado un tiro mortal. Por otra parte, en Quintanar del Rey (Cuenca), una guardia civil se ha quitado la vida tras matar a sus dos hijas de 9 y 11 años.
Rápidamente, se ha dado aviso al Servicio de Atención Médica de Urgencia (SAMU), cuyos profesionales han intentado mantener con vida al efectivo policial, quien presentaba unas gravísimas lesiones. No obstante, las consecuencias del disparo eran incompatibles con la vida y los médicos no han podido salvarlo.
En el momento del suceso, el agente, que todavía no había cumplido los 40 años, estaba de servicio. Se trata de un policía que trabajaba en el servicio de conducciones y llevaba varios años destinado en la provincia. A priori, nada hacía presagiar el triste final del agente, casado y padre de tres hijos pequeños.
Agentes locales, guardias civiles y policías nacionales, compañeros de la víctima, se han personado inmediatamente en el lugar de los hechos y han restringido el paso a una zona de la planta baja de la sede judicial.
En el momento del trágico suceso, indica el mencionado diario local, numerosas personas se encontraban en el juzgado de guardia, anexo a la clínica forense, y en los juzgados de lo Penal, situados a escasos metros de donde se han producido los hechos.