La historia de una gata finalmente tiene un final feliz. Después de pasar 10 años perdida vagando por las calles de una de las ciudades más grandes del mundo, Nueva York, han dado con su familia. Pero para reencontrarse tendrá que cruzar el charco para llegar a España, donde se instaló su familia y desde donde la están esperando con los brazos abiertos para enseñarle su nuevo hogar. Una historia similar le ocurrió a un joven en EEUU, quien tras entrar a trabajar en un refugio de animales, encontró allí a su gato que llevaba desaparecido durante 3 años.
Richard Price, el dueño de la mascota perdida en Nueva York, se instaló en España al poco tiempo de jubilarse junto a su esposa. Hacía 10 años que no veía a Mini, quien se escapó cuando aún residían en la ciudad neoyorquina. Cuándo recibió una llamada del hallazgo no se lo podía creer, la había estado buscando durante mucho tiempo. "Oh, Dios mío, ella está viva, esto es fantástico. Y, oh, Dios mío, la dejamos allí", fue la reacción inicial que recorrió a Price tras recibir la llamada de un refugio de animales de Long Island, según ha informado el canal 4 de la cadena NBC.
Esta buena noticia provocó en los dueños dos sentimientos, "nos sentimos eufóricos y horrorizados al mismo tiempo", agregó Price. Esto debido a por todo lo que tuvo que pasar el pobre animal, solo, vagando por las transitadas calles de Nueva York. Pero a su vez, se encuentran alegres de haber dado por fin con su querida mascota.
Mini desapareció en julio de 2012 cuándo huyó de la casa de la cuñada de Prince, quien la estaba cuidando en ese momento. Tras la huida, la familia no descansó hasta que diesen con ella, colocando carteles, llamando a oficinas veterinarias, pero el trabajo exhaustivo no dio sus frutos. Hasta que finalmente perdieron toda esperanza de reencontrarse con su gata.
Pero el destino quería que Mini se reencontrara con sus dueños. La pasada semana, la gata fue encontrada y llevada a un refugio de animales. Allí, llegó en malas condiciones, desnutrida, sucia, era otro gato distinto al que recordaba Price. Pero tras acondicionarla, se dieron cuenta de que disponía de microchip. Tras leerlo, dieron con el dueño, que ahora residía en nuestro país.
Ahora Mini, de ya 13 años, se encuentra sana y en vías de recuperarse. En cambio Richard y su esposa se encuentran impacientes de volven a reencontrase con su tan añorada gata, que les aguarda hasta que vayan el próximo mes de enero en la casa de unos familiares en Long Island. Tras esto, los tres regresaran a España para continuar con sus vidas y empezar una nueva.