Un hombre de 31 años, ha sido condenado por la Audiencia de Jaén a 4 años de cárcel por mantener relaciones sexuales con una menor de 13, con la que llegó a tener un hija. Durante el juicio, el acusado se defendió argumentando que ella era "muy madura" para su edad, así como que tampoco fue consciente de la edad que tenía y que cuándo la supo "ya era tarde", se encontraba completamente enamorado de ella, ha afirmado.
El hombre, quien actualmente ya se encuentra en prisión por otros delitos, sigue manteniendo una relación con la chica, de ya 18 años. Aunque ambos declararon que estaban enamorados en aquel momentos, la Sección Segunda de la Audiencia de Jaén condenó al varón como autor de un delito de agresión sexual a una menor de 16 años, aplicando así la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual impulsada por el Ministerio de Igualdad de Irene Montero, más conocida como la ley del ‘sólo sí es sí’.
Así mismo, el Tribunal también le prohibió acercarse a la víctima, a su domicilio, así como a mantener una distancia de seguridad de 200 metros durante seis años. Asimismo, se le condena a dos años de libertad vigilada con la obligación de participar en programas formativos, laborales y culturales de educación sexual.
Al inicio de su relación, el hombre creía que la joven tenía 17 años, ya que según afirmó es la edad que la menor le dijo cuando se presentaron. La verdadera edad de la menor, según indicó el acusado en el juicio celebrado el pasado 10 de noviembre, la descubriría tiempo después cuando la chica sufrió un ataque epiléptico y fue tratada en el área de pediatría del hospital, pero "ya era tarde". "Para mí ya era muy difícil prescindir de ella", aseguró.
Ambos llegaron a residir juntos en la vivienda familiar de la joven, después de que sus padres permitiesen la relación. Durante este periodo, la menor llegó a quedarse embarazada cuando recién había cumplido 14 años. De esta forma, tuvieron una hija que les fue retirada por Servicios Sociales y que ya ha sido entregada en adopción. Durante el juicio, la joven, que testificó por videoconferencia, afirmó que el hombre no le había obligado a nada, "a mí me apetecía, lo quería, y a día de hoy lo sigo queriendo".
Cuando el condenado entró en prisión en 2019, aparcaron la relación, pero la volvieron a retomar desde la cárcel hasta día de hoy, según han asegurado ambos, así como que se encuentran "enamorados". Es por eso que el tribunal rechaza la indemnización de 3.000 euros solicitada por el Ministerio Fiscal. Pero, a pesar de ello, la sentencia rechaza las alegaciones que las relaciones fuesen consentidas, alegando que el acusado no cuenta con ninguna prueba que demuestre que en el momento de los hechos, la joven tuviese un grado de madurez superior al de su edad. Cabe añadir que la sentencia no es firme y se puede recurrir en apelación ante el TSJA.