Llega uno de los momentos más bonitos para los españoles, la Navidad, aunque por desgracia, para muchos es el más odiado. En esta época se suceden los encuentros familiares, pero otros no corren la misma suerte y no tienen con quien pasar estas celebraciones. Es el caso de muchos de los ancianos de una residencia de mayores de Pontevedra, dónde su director, ha lanzado una campaña para evitar que estos ancianos se sientan solos en estas fechas. “Nos duele lo que nos sobra: la soledad”. La respuesta de la ciudadanía ha sido inmejorable, ahora en la residencia se encuentras desbordados debidos al aluvión de cartas de cariño que han llegado para sus mayores.
Con esta iniciativa, Juan José López, director de la residencia de mayores Campolongo de Pontevedra, ha querido que la sociedad tome consciencia sobre el riesgo que supone la soledad a la que, por desgracia, se enfrentan nuestros mayores cada año en estas fiestas. Para remediarlo, ha propuesto una solución, que quien quiera escriba una carta al centro para los ancianos, recordándoles "que no están solos".
Por norma general, se tiene la concepción de que los mayores son apartados en estos centros debido a que sus familiares no pueden encargarse de ellos en el día a día, y que en cuanto pueden van a visitarlos. Pero como asegura el director, esta imagen idílica se aleja en gran medida de la realidad. La estampa que viven cada día los ancianos es la de la soledad, únicamente acompañados entre ellos y sus cuidadores, pero no por sus seres queridos. Por eso mismo quiere acabar con esta sensación, pidiendo a los familiares que envíen cartas a sus residentes.
“Quiero una lluvia de cariño con forma de cartas, de mensajes, de felicitaciones, de fotos. Misivas llenas de cariño en las que les hagáis saber que cuentan con vosotros, que no los olvidáis. Fotos, recuerdos, amor a granel para que comprendan que su vida sigue teniendo sentido. Mil gotas de amor que generen una lluvia que los empape de nueva energía. Decidles que no están solos”, afirmaba el director en su manifiesto.
La petición, que se hizo viral en las redes sociales, ha tenido una gran acogida, superando el objetivo de 1.000 cartas que Juan José se había propuesto durante toda la festividad en tan solo unos pocos días. Desde entonces, a la residencia han llegado un aluvión de misivas desde muchos puntos de España y de fuera de nuestras fronteras, que han provocado que el centro se encuentre desbordado y que los ancianos vuelvan a sonreír. “Aunque no sean de mi familia, dan mucha alegría”, afirma una de las residentes.
Al final parece que las navidades en la residencia de mayores Campolongo será mucho más dulce y tendrán bastante trabajo para abrir y leer cada una de las cartas que han ido recibiendo, y las que quedan por llegar.