Antonio murió ayer al poco de ingresar en el hospital infanta Elena de Huelva. Había pasado la noche en el coche, bajo la lluvia torrencial y el frío en la sierra onubense. Con él iba Daniel, su nieto de 22 meses, que ahora se debate entre la vida y la muerte. Nadie entiende que pusiera en riesgo al niño. “Su nieto era lo que más quería, no le habría hecho daño en la vida”, asegura un amigo del abuelo.
Daniel pasaba la mayor parte del tiempo con sus abuelos paternos en su casa de Manzanilla porque sus padres estaban la mayor parte del tiempo trabajando en Almonte, de donde es su madre. Antonio, capataz agrícola, estaba jubilado desde que sufrió un accidente laboral, del que nunca llegó a recuperarse totalmente, según informa El Español.
Antonio sufría diabetes y depresión y estaba en tratamiento. Su nieto, con el que pasaba la mayor parte de su tiempo era su vida, según quienes le conocían. “Lo había criado él, su nieto era lo que más quería y no le haría daño en la vida, cuenta al citado diario Francisco Manuel Moreno, Fran, que trabajó con él durante 14 años.
Antonio era capataz para una empresa con varias fincas en la zona y había reclutado a sus sobrinos, Daniel y Juan para su cuadrilla. Con el tiempo se unió al equipo, Fran, amigo de los jóvenes. Un día, cuenta este chico, Daniel y Juan tuvieron un accidente de coche yendo a trabajar. Daniel murió. A su tío Antonio le costó recuperarse de esa pérdida y cuando parecía que había remontado, cuenta Fran, tuvo un accidente laboral.
Nunca se recuperó bien y terminaron despidiéndole. Quedarse sin trabajar le trastocó y estaba obsesionado con volver a trabajar. Sin embargo, desde la llegada de su nieto, Daniel, al que llamaron como al sobrino fallecido, se volcó con él y con ayudar a sus padres, dos jóvenes veinteañeros que trabajan entre el campo y la hostelería.
La madre de Daniel, Rocío, en las puertas del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde el niño lucha entre la vida y la muerte en la UCI, ha dicho que no cree que su suegro tuviera “intención de nada porque él lo quería mucho”. Aunque estaba en tratamiento psicológico, si hubiera querido suicidarse lo habría hecho solo sin mi hijo, ha afirmado.
No obstante, aunque aún no han trascendido datos de la autopsia, puede que Antonio hubiera ingerido pastillas. El informe de toxicología de Daniel si ha dado negativo.