Una investigación internacional ha comprobado que los pájaros que viven en las ciudades incorporan plásticos, cuerdas y colillas al fabricar sus nidos, hábito que reduce en un tercio el número de polluelos que sobreviven.
El estudio, en el que participa la Universidad de Granada (UGR), ha revelado que la contaminación de residuos sólidos urbanos afecta al diseño de los nidos que fabrican los pájaros que viven en las ciudades, y también al número de polluelos que estos sacan adelante en cada puesta.
El trabajo ha estudiado dos especies de aves, el carbonero común (Parus major) y el herrerillo común (Cyanistes caeruleus), y ha comprobado que ambos incorporan residuos sólidos en sus nidos, desde cuerdas y bolsas de plástico a piezas de tela o incluso colillas de cigarrillo, y reducen la presencia de otros materiales naturales como el pelo o las plumas.
Además, este efecto es particularmente intenso en el caso de los carboneros, que incrementan la cantidad de plásticos y otros residuos en sus nidos hasta siete veces más en lugares con alta presencia humana.
La investigación liderada por Zuzanna Jagiello, investigadora visitante en el departamento de Zoología de la Universidad de Granada, ha confirmado que la contaminación por residuos sólidos en el ambiente aumenta con la presencia humana, así como con el nivel de urbanización de la zona.
El profesor del mismo departamento y coautor del estudio, Juan Diego Ibáñez Álamo, ha apuntado que este trabajo es uno de los primeros que ha encontrado esta asociación tras utilizar mediciones directas en el terreno en lugar de datos socioeconómicos a gran escala.
Entre los residuos que se encuentran con mayor frecuencia en el medio ambiente urbano destacan el papel, el plástico y el cristal, que en conjunto representan más del 75% de los objetos contaminantes.
Más allá de la mera "redecoración" del nido, la investigación ha demostrado que el cambio en los materiales tiene consecuencias en el número de polluelos que pueden criar estas aves.
"En el caso de los herrerillos, un leve aumento del 10 % de residuos sólidos en el nido conllevó la pérdida de más de dos polluelos de la nidada, lo que implica una reducción de casi un tercio de las crías que potencialmente podrían sacar adelante", ha detallado Ibáñez.
Aún se desconocen las causas exactas de tal reducción, aunque el grupo de investigación AnimalEcoUrban de la UGR, que lidera este investigador, está explorando distintas hipótesis que podrían explicar estos resultados.