Una persona se introduce por un camino sin autorización que le lleva hasta una zona de madrigueras de pingüinos protegida ¿Su objetivo? Ir con una "máquina de alto porte" enterrando todos los nidos de pingüinos en una de las mayores zonas de crianza de esta ave en Argentina. Después, coloca una vaya electrificada que impide que los animales puedan ir al mar y con la que provoca la muerte de decenas de ejemplares adultos de esta especie. Así ha explicado el Ministerio de Turismo de Chubut, provincia de la Patagonia argentina, en su denuncia, cómo un hombre ha cometido una masacre de pingüinos en la reserva natural de Punta Tombo.
Los hechos sucedieron el pasado 30 de noviembre en el Área Natural Protegida de Punta Tombo, una de las principales y más numerosas colonias de cría del pingüino de Magallanes y se cree que se trata de un lugareño al que, al menos, se le juzgará por maltrato animal, aunque se están estudiando otros delitos que podrían imputársele por los hechos.
El caso ha generado indignación entre la población argentina, debido a que la zona afectada es de alta densidad, y un lugar al que estos animales se dirigen, desde Magallanes, para procrear. Aproximadamente, se encuentran tres pingüinos por madriguera, por lo que podrían haber muerto hasta 420 crías de pingüino al enterrar los nidos.
La fiscal del caso ha asegurado que el daño es "irreparable", aunque aún continúan con la investigación preliminar para saber la magnitud del impacto.
Por su parte, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Argentina, Juan Cabandié, ha anunciado que la cartera a su cargo también presentará una denuncia penal por maltrato animal. "Vamos a denunciar penalmente a los responsables de la matanza de pingüinos que se produjo en Punta Tombo", ha afirmado el ministro en un comunicado.
El ministro ha enviado a la Brigada de Control Ambiental al lugar para fiscalizar las presuntas infracciones a la ley argentina de conservación de la fauna. "Estamos comprometidos con el bienestar animal y es por eso que vamos a buscar todas las herramientas normativas y de gestión para que estos hechos de maltrato se castiguen y no se vuelvan a repetir", ha remarcado Cabandié.
El biólogo y presidente de la Global Penguin Society, Pablo García Borboroglu, quien efectúa tareas de investigación de los hechos por encomienda del Gobierno Chubut, ha determinado que, además del daño que se ha provocado directamente a la fauna, el acusado también abrió una amplia zanja, de aproximadamente unos 700 metros de longitud por unos 3 metros de ancho, desmontando toda la vegetación nativa.
El Área Natural Protegida Punta Tombo, ubicada 100 kilómetros al sur de Rawson, capital del Chubut, quedó habilitada al público en septiembre, después de dos años sin recibir visitantes debido a la pandemia de covid-19 y ante la llegada de las primeras mangas de pingüinos de Magallanes de la temporada.