El malestar de los sanitarios de la atención primaria española es público y notorio. Sobresaliente en la Comunidad de Madrid o en Cantabria, donde los facultativos siguen en huelga. Los profesionales se quejan, entre otras muchas cosas, de la saturación del servicio con jornadas maratonianas en las que llegan a ver a más de 60 pacientes. NIUS ha querido ver cómo están las listas de espera en la atención primaria. ¿Cuánto se tarda en conseguir una cita con el médico o el pediatra? Una respuesta que puede ser reflejo de la situación actual de los profesionales.
No hay datos oficiales y las comunidades autónomas suelen ser bastante "opacas" a la hora de notificar y justificar sus retrasos, aseguran desde las asociaciones médicas, aunque sí hay una media: "En el 50% de los centros de atención primaria de España se tarda entre siete y 10 días en que te atiendan de forma ordinaria, es decir, sin ir por urgencias", asevera Ana Giménez, secretaria técnica de Atención Primaria de CESM, Confederación Estatal de Sindicatos Médicos.
Los números coinciden con los casos recogidos por NIUS, siendo en la Comunidad de Madrid donde este medio ha localizado las esperas más largas. Hasta 12 días van a tardar Agustín (en el barrio de Sanchinarro), Diego (en Colmenar Viejo) o Elisa (en Madrid capital), para que les vea su médico de cabecera. Para entonces, quizás se les ha pasado ya la fiebre, el malestar o el dolor, reconocen. Una realidad muy diferente a la de Irene (en Pozuelo), Daniel (en Madrid) o a Ana (en Alalpardo), a los que citan de un día para otro, con una espera que no llega a las 24 horas.
Hay importantes variaciones dentro de una misma ciudad, en una misma región y entre las distintas comunidades autónomas. En Cataluña, por ejemplo, usuarios como Marta prefiere ir a su médico de la Sanidad Pública porque "es más rápido" que el de su seguro privado. "El jueves me dieron cita con el pediatra de mi hija este mismo viernes", explica esta mujer de Barcelona. Loli, en Molins de Rei, ha conseguido cita también para el día siguiente. No han tenido tanta suerte Alba, en Les Corts o Cristina en La Sagrera, que tendrán que esperar cuatro días. La espera de Margarita, en el barrio del Eixample, se alarga hasta 10 días.
En la Comunidad Valenciana "lo normal" es que médicos y pediatras citen en uno o dos días. Como máximo tres, informa Carlos Plá. En Galicia, el servicio gallego de salud (Sergas) está tardando entre cuatro y siete días en dar cita para el médico de cabecera y hasta seis días para Pediatría. En Andalucía, la comunidad autónoma con más población, también hay distintos casos, aunque la media es de una semana de espera para los adultos y cuatro días para los niños.
Estos datos son estimaciones realizadas con la información recabada de usuarios y asociaciones médicas. No son cifras oficiales ya que Sanidad sí que hace un recuento anual de las listas de espera en cirugía y especialidades médicas, pero no en la atención primaria. No de médicos y pediatras. Los tiempos de espera para conseguir cita en el centro de salud pueden depender de varios factores, aunque aquí la regla parece clara: a más demanda, disminuye la oferta ya que no hay profesionales suficientes. "Hace falta contratar a más sanitarios", reivindican las organizaciones. Según la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap), la mayoría de las comunidades autónomas tienen plazas de Pediatría en atención primaria sin cubrir por ningún profesional. La peor situación se da en:
Que las plazas permanezcan sin cubrir significa que los facultativos que están en consulta tienen una sobrecarga de trabajo. Los profesionales que hay están saturados y, reclaman, no siempre bien pagados. La propuesta de la OMS es que el 25% de los presupuestos sanitarios se destine a la atención primaria, algo que no cumple ninguna comunidad autónoma en España. Madrid vuelve a encabezar el ranking negativo, ya que con un 11% es la comunidad que menos destina, tres puntos menos que la media española situada en el 14%.
Además, lo recomendable, según los expertos, es que cada médico de familia tenga asignados a un máximo de 1.500 pacientes, 1.000 en el caso de los pediatras, y que en cada jornada atienda a un máximo de 31 pacientes, 21 en el caso de los niños. Esta es la principal reivindicación de los sanitarios en Cantabria, en huelga desde el lunes: que los profesionales atiendan como mucho a 35 pacientes al día y no a 50 o 70 como está ocurriendo ahora. Pero una cosa es lo que indique la teoría y otra es lo que se da en la práctica, sobre todo teniendo en cuenta la libre elección de médico, explica Ana Giménez de CESM.
Poder elegir facultativo es una posibilidad amparada por la normativa nacional y con gran aceptación entre los usuarios, pero tiene una cara b y es que puede haber doctores con más de 2.500 pacientes en su cartera y con cupos diarios de entre 60 o 70 personas, indican desde la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos. Se lo explica también a NIUS un médico de familia que ejerce en un centro de salud de un barrio del sur de la capital y que prefiere mantener su anonimato. Él tiene un cupo de 1.500 pacientes, está dentro de lo recomendable, pero aún así hay jornadas en las que atiende a más de 70 personas en seis horas de consulta y eso que no es uno de los más demandados, reconoce.
El sistema llega a ser "perverso", asegura Ana Giménez, porque los centros de salud establecen sus propios cupos en función de los pacientes. A mayor demanda, cupos más altos y, además, un médico puede rechazar la petición de un paciente si entiende que su agenda está sobrecargada, pero debido a la libre elección, el usuario puede insistir para estar en su cartera. "Al final te encuentras con cupos sobredimensionados y con días en los que, encima, te tienes que hacer cargo de los pacientes de tu compañero que está de baja, porque también nosotros nos ponemos malos", subraya el sanitario.
En su caso, la situación de estrés llegó a tal punto que decidió consultar a los servicios de salud laboral. "Lo que te pasa a ti es un mal trabajo, nada más", fue la respuesta. El sistema, explica el facultativo, está planteado de forma que la espera sea la menor posible, para que todo el mundo tenga la sensación de que puede tener la libertad de acceder cuando quiera y como quiera a un médico, aunque es una manera irreal y poco recomendable. "Está científicamente demostrado que el hecho de que te atienda tu médico o pediatra de siempre reduce la mortalidad, las enfermedades, disminuye el uso de medicamentos y evita pruebas banales, pero la Comunidad de Madrid no está en esas, sino en operaciones de puro y duro marketing", concluye el profesional madrileño.