Un incendio en una planta de azufre de Constantí, en Tarragona, ha hecho saltar las alarmas. Una gran nube tóxica ha obligado a confinar a primera hora de la tarde a los vecinos del municipio. Una medida que también se ha tomado en Reus y el aeropuerto de esta localidad. El fuego se ha producido tras una deflagración provocada por un fallo eléctrico. Una persona ha tenido que ser trasladada al hospital por inhalación de humo.
El cambio de viento había empeorado la situación, pero a última hora de la tarde han llegado buenas noticias. El confinamiento de los dos municipios afectados se ha levantado, al igual que en el aeropuerto, donde se ha tenido que desviar un vuelo que venía desde Dublín (Irlanda) hacia Barcelona.
Las autoridades han realizado un despliegue en la zona desde el momento del siniestro. Ahora, el cordón policial se sitúa a escasos 500 metros de donde se encuentra la nave incendiada. Allí siguen trabajando los bomberos para acabar de controlar las llamas y la nube de azufre. Y es que el olor aún es intenso.