El comercio electrónico encierra peligros, y no precisamente pocos. Mucha gente cae en la trampa de abrir enlaces fraudulentos en mensajes o correos y les ha salido muy caro. El 'phishing' es la estafa online que más se repite y la que más víctimas acumula.
Por ello, la Policía Nacional ha advertido esta semana a través de Twitter del peligro de estas prácticas de los ciberdelincuentes, apuntando que lo conveniente es eliminar todo este tipo de mensajes en cuanto se reciben.
Clara es una joven que recibió supuestamente un aviso de su banco. Alguien estaba intentando acceder a su cuenta, pero era un mensaje trampa. "Piqué y me quitaron 500 euros", explica.
En Internet hay infinidad de tipos de ganchos para los engaños, desde falsos alquileres a precio muy bajo hasta grandes chollos que hay que coger al vuelo porque se agotan.
También hay que tener especial cuidado con los pagos vía Bizum. Fátima adquirió dos entradas para un concierto que nunca le llegaron. Cristóbal compró ropa en una página que suplantaba a una conocida marca.
La regla de oro para evitar estafas es no facilitar datos personales ni efectuar pagos en redes de wi-fi públicas. A pesar de que se amparen en el anonimato, dejan un rastro que perseguir.