Algunos de los responsables de la fiesta de Halloween de este fin de semana en Sevilla desalojada por varias infracciones tienen prevista otra celebración similar esta noche. Hasta 18 menores tuvieron que recibir asistencia sanitaria: hay una investigación abierta, aunque el evento que organizan los mismos promotores sigue adelante. Ya estaba previsto que se hiciera en otra localización.
Los promotores se desvinculan de lo ocurrido este fin de semana: aseguran que, al margen de la venta de entradas, tanto las medidas de seguridad como la decisión de cortar el agua o de organizar las salidas de emergencia dependían del personal de la sala. Una sala donde hoy estaba prevista una fiesta de una empresa diferente que ha tenido que cambiar su ubicación, porque el local sigue precintado a la espera de que la investigación esclarezca todo lo ocurrido.
Las familias de las víctimas piden explicaciones sobre lo ocurrido, tal y como ha señalado la madre de una de las jóvenes atendidas: "Dos o tres chiquillos se subieron a una mesa de cristal, intentando salir y respirar. La mesa se partió y mi hija estaba al lado", comenta la mujer. Momentos angustiosos que vivió también el hijo de Mercedes: "Salió con el pelo chorreando y la cara descompuesta".
La sala cumplía con el aforo, según fuentes municipales, aunque los jovenes cuentan que no podían ni moverse. "Como cuenta mi hija, había mucha gente. 40 minutos para pedir un refresco", agrega la madre de una joven. El lugar se convirtió en una sauna, sin agua -ni en botellas ni en los baños- y sin climatización. Pero lo más grave es que las salidas de emergencia estaban bloqueadas.
"La salida de emergencia estaba taponada", según ha precisado Antonio Muñoz, alcalde de Sevilla. "Queremos denunciar", han destacado en este sentido los padres. "Salen las chiquillas a divertirse no a que pase algo", precisa una mujer. Por todas esas infraccciones, el Ayuntamiento ha precintado la sala y ha pasado el informe al juzgado, por si prodede abrir diligencias contra el dueño de la discoteca.