La polémica fiesta de Halloween en Sevilla con 20 menores atendidos: sin ventilación y sin agua, parecía una sauna

Cuando no han pasado ni dos días de la estampida con más de 150 muertos en Seúl, Corea del Sur, en nuestro país otra fiesta de Halloween ha estado cerca de acabar en tragedia. Ha sido concretamente en un local de Sevilla, donde una veintena de jóvenes han tenido que ser atendidos por desmayos y crisis de ansiedad.

La Policía Local de Sevilla tuvo constancia de los hechos cuando varias llamadas de emergencia, desde el interior de la sala de música donde se celebraba la fiesta para menores, alertaban a los agentes. Cuando llegaron allí, tuvieron la sensación de entrar en una sauna. Varios menores se encontraban tendidos en el suelo, con síntomas de deshidratación y crisis de ansiedad.

“Localizaron a una menor que estaba siendo atendida por el 061. Vieron más ambulancias. Había bastantes menores ya en el suelo, atendidos por otros menores, no por la empresa”, explica un agente, dando cuenta de la situación que se encontraron.

Varios menores que estuvieron allí presentes, en los mismos términos, describen la sensación de sofoco, agobio y asfixia en el local: “No tenías espacio entre las personas, no había manera ni de respirar ni de moverse”, cuenta una joven, mientras otro, en la misma línea, explica que “era muy complicado salir” de allí. “La gente casi no dejaba paso”.

La sala estaba a rebosar, con las puertas bloqueadas, sin ventilación y sin agua en los aseos

En la sala, a rebosar, la policía comprobó también que las puertas de emergencia estaban bloqueadas. No funcionaba la ventilación, el ambiente era irrespirable y además, tal como descubrieron varios agentes, se cortó el agua de los aseos para que los asistentes a la fiesta consumieran más bebidas.

Por todo ello, las autoridades sostienen que los organizadores sabían lo que estaban haciendo: “Esto no fue algo aleatorio, fue algo premeditado, teniendo en cuenta que lo que dice el responsable del local es que ‘de alguna forma tengo que ganar dinero’”, señala el portavoz de la Policía Local.

En medio del agobio y la asfixia, las botellas de agua no tardaron en agotarse. Dieciocho personas necesitaron asistencia médica, muchas de ellas por falta de hidratación, y dos requirieron ingreso hospitalario.

Tras estos hechos, la policía procedió al desalojo y al precinto del establecimiento por incumplimientos graves de seguridad, abriendo diligencias contra los responsables del recinto.

 

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