Hoy vuelven a clase los alumnos del instituto Julio Prieto Nespereira, de Orense, donde ayer un chico murió tras caerle encima un muro del vestuario. Los bomberos aseguran que el muro debió caer debido “al empuje” y que “evidentemente no había estabilidad”. El centro sostiene que no había problema detectado en esa pared. Los alumnos lo niegan.
Los bomberos no pudieron hacer nada para sacar con vida de entre los escombros al estudiante de 13 años que quedó atrapado al caer el muro de los vestuarios.
José Ramón Sánchez, jefe de bomberos de Ourense, explica que “ese muro ha tenido que caer por algún empuje. No sabemos si fortuito, eventual o de alguien que estaba en la ducha y se apoyó. Evidentemente, el muro no debía tener mucha estabilidad cuando un simple cuerpo a lo mejor pudo haberlo empujado”.
Además del chico fallecido, otro resultó herido en un pie y tuvo que ser trasladado al hospital.
La jueza que se ha hecho cargo de la investigación ha pedido varios informes técnicos. El muro que se vino abajo separaba la zona de las taquillas de las duchas y tenía dos metros de alto y 1.400 kilos de peso. La humedad del vestuario también ha podido influir, según los expertos.
Los estudiantes aseguran que el muro estaba mal y que se movía desde hace tiempo. Algunos padres insisten en que se sabía que esa pared no estaba bien. Sin embargo, desde el Instituto Julio Prieto Nespereira sostienen que todo estaba en orden y no había ningún problema en los vestuarios.
Hoy los compañeros del chico fallecido y del herido deben volver a las aulas. Habrá psicólogos a su disposición y también de los docentes y el resto de la comunidad educativa.
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, nada más conocer la tragedia en el instituto tuiteó un mensaje de condolencias a “la familia, a sus compañeros y a toda la comunidad educativa".
El Ayuntamiento de Ourense ha decretado un día de luto en la ciudad.