El hombre acusado de haber asesinado a un amigo en Huelva, al que supuestamente decapitó a finales de octubre de 2020, ha confesado en el juicio que se paseó con la cabeza por la calle y que incluso le echó champú para lavarla.
El acusado ha admitido que decapitó a su amigo, aunque alega que "perdió la conciencia de espacio y tiempo y, creyendo estar de nuevo en la cárcel de México, cogió un cuchillo y lo decapitó".
Después, llevó la cabeza al cuarto de baño y la lavó para meterla en una bolsa: "Cogí la cabeza, la llevé al baño, la lavé y le eché champú" y después, metida en una bolsa se la llevó a una plaza cercana porque "era allí donde íbamos casi todos los días a beber cerveza y a hablar", ha confirmado, según recoge SanLúcar Información.
El día 29 de noviembre el acusado acudió después de comer a la casa de su amigo de la infancia C.R.M. y allí ambos comenzaron a arreglar una bicicleta propiedad del fallecido. En el seno de la conversación mantuvieron una discusión relacionada con ofensas de índole sexual a la hermana y la sobrina de C.R.M, según recoge la Fiscalía.
Tras ello, según señala el escrito, entre las 22,00 horas del día 29 de octubre de 2020 y las 8,00 horas del día 30 de octubre de 2020 el fallecido acudió a la cocina "en busca de una cerveza y se agachó para dejar la botella en el suelo", momento en el que el acusado "lo siguió sigilosamente por la espalda" y, "con ánimo de causar la muerte" de C.R.M "agarró con las dos manos un esqueleto metálico de calentador de 1,1 kilos de peso que había en el suelo de la cocina, lo elevó y seguidamente golpeó con él su cabeza, rompiéndole el cráneo en el golpe y causándole con ello la muerte".
El escrito prosigue indicando que el acusado movió el cuerpo del lugar y le "seccionó la cabeza en poco tiempo, usando para ello un cuchillo de 20 centímetros de hoja", dado que "deseaba exhibir la cabeza como trofeo, costumbre que había adquirido en sus años de estancia en México".
El cuñado del hombre decapitado en Huelva ha señalado que el mismo "tenía un miedo espantoso" del acusado y que así se lo había hecho saber en varias ocasiones.
Así lo ha manifestado durante su declaración en la sesión de este lunes del juicio, señalando que "no se atrevió a denunciarlo" a pesar de que había manifestado que "lo tenía acosado todos los días" y "no le dejaba tranquilo" llegando "a pegarle algún guantazo".
De la misma manera, ha apuntado que la casa de la víctima "siempre estaba recogida y limpia" y que así lo comprobaba porque "iba casi a diario" ya que la familia se hizo cargo de él después de que "se rehabilitara de las drogas" ya que "tenía una pensión de 398 euros al mes" que le gestionaba una de las hermanas de la víctima, así como que se dedicaba también a recoger chatarra para conseguir mas dinero.