El decapitador de Halloween, que se paseó con la cabeza de su amigo, es un "psicópata peligroso"

El decapitador de Halloween se enfrenta a 32 años de cárcel por matar, decapitar y pasearse por las calles de Huelva con la cabeza de su amigo en octubre de 2020. El acusado, M.J.M.B., 'El mexicano', estaba en casa de su amigo cuando aprovechó un descuido de este para matarlo de un golpe. El letrado de la familia de la víctima, Marcos García Montes, lo ha definido como un "psicópata peligroso" antes del comienzo del jucio.

El acusado "tiene antecedentes en México donde estuvo en prisión; es una persona peligrosa, de las que sufren trastornos asociados de psicopatía que no afecta ni al conocimiento de lo que está haciendo ni a su voluntad pero que disfruta matando y tiene un conocimiento marmóreo de lo que está pasando y disfruta con ello", según ha dicho el letrado en declaraciones recogidas por la Cope.

El abogado de la familia, Marcos García Montes, ha precisado antes de que comience el juicio que la sobrina de la víctima está "en tratamiento psicológico" y su hermana ni siquiera "ha podido venir".

La acusación particula pide 32 años y cinco meses de prisión: 25 años por un delito de asesinato; cinco años por robo con violencia; dos años por un delito contra la integridad física y moral, y cinco meses por el delito de profanación de cadáver. La Fiscalía pide 24 años de prisión por un presunto delito de asesinato, profanación de cadáver y una indemnización para cada uno de los hermanos del fallecido.

El decapitador de Halloween habría agredido a una persona en la cárcel

El acusado, M.J.M.B., 'El mexicano', ha llegado a los Jusgados de Huelva pasada las 10 de la mañana desde la cárcel, donde está como medida preventiva, desde que supuestamente cometió el crimen en 2020. En la cárcel, asegura la acusación particular,  "ha intentado agredir a una persona o incluso matarla".

El acusado habría acudido a casa de su amigo en Huelva el 30 de octubre de 2020. Mientras estaban arreglando una bicicleta, El Mexicano aprovechó que su amigo le dio la espalda para matarle de un golpe en la cebeza. Cogió el cadáver y lo arrastró, supuesamente, hasta una habitación donde le decapitó.

El hombre se tomó una cerveza y se fue a la calle. Al rato volvió a casa de su amigo, metió la cabeza en una bolsa y la escondió entre unas ramas de un árbol en la calle. Al día siguiente fue a por la cabeza y se paseo con ella por la ciudad, enseñandosela a varias personas, incluidas menores.

Perseguido por varios testigos, arrojó la cabeza a un contenedor y se escondió en su casa, donde fue arrestado.