Ocurría ayer mismo en León. Cuatro osos corretean por la carretera de Villarino del Sil. Esta vez el conductor pudo detenerse pero no siempre hay tiempo para reaccionar.
Es una realidad que cada vez encontramos animales fuera de su ámbito natural. De osos a jabalíes. Y eso se refleja en el número de accidentes de tráfico en los que se han visto involucrados animales atropellados en las carreteras españolas, una cifra que se ha duplicado en los últimos cinco años hasta alcanzar casi los 11.400 siniestros entre 2017 y 2021, siendo los jabalíes y los perros los principales afectados.
El accidente tipo con animales suele producirse en entornos rurales y de noche (61 por ciento), los fines de semana y en otoño (34 por ciento) y además, dos de cada tres suceden en carreteras convencionales (64 por ciento), pero los incidentes en zonas urbanas se han multiplicado por tres en los últimos cinco años y ya suponen el 22 por ciento del total, según un informe de Línea Directa Aseguradora. Del estudio se desprende que son incidentes cada vez más graves ya que el coste medio de los daños corporales se ha incrementado un 104 por ciento entre 2017 y 2021 frente al 13,6 por ciento de los accidentes comunes y además las reparaciones de los vehículos son 2,4 veces más caras que las de un golpe común y las gestiones un 38 por ciento más lentas.
Recuerda que el cambio legal de 2014 trasladó la responsabilidad de estos accidentes al conductor, que salvo casos muy concretos no puede reclamar al coto o finca en los que su pudieran encontrar los animales accidentado por su salida a la carretera, lo que ha provocado que solo el 6 por ciento de este tipo de siniestros sean indemnizados por los dueños de los mismos frente al 43 por ciento que se registraba antes.
Añade que solo el 40 por ciento de los automovilistas españoles cuentan con seguros que pueden cubrir los daños causados en atropellos a animales, lo que significa que los conductores con seguros a terceros tienen que afrontar la totalidad de la reparación de sus coches salvo que cuenten con coberturas específicas para estos incidentes.
Soria con un 9,4 por ciento es la provincia con mayor proporción de siniestros viales con animales, seguida de Teruel (4,4 por ciento) y Huesca (4 por ciento) mientras que en el lado opuesto se sitúan Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas y Baleares, donde la incidencia de estos accidentes es testimonial.
El informe comenta que hasta hace poco la presencia de jabalíes, corzos, ciervos o zorros en las inmediaciones de las carreteras solo ocurría en zonas muy agrestes y rurales pero el progresivo abandono del medio rural, la falta de control poblacional de algunas especies cinegéticas y el efecto de la pandemia, que ha provocado que los animales pierdan el miedo y se adentren en zonas urbanas, ha causado un importante aumento de este tipo de accidentes. Agrega que la velocidad a la que se circula por carreteras interurbanas y el peso y la envergadura de los animales atropellados provocan que estos golpes sean violentos y peligrosos.
Las partes del coche más afectadas son el paracoches delantero, la rejilla y el capó (39 por ciento), seguidos de los faros y los intermitentes delanteros (22 por ciento), las aletas delanteras (14 por ciento), los bajos y el faldón delantero (10 por ciento), el radiador (4 por ciento) y la matrícula (3 por ciento).