Leah Davis Lokan era una mujer de 65 años que se encontraba de acampada en un pueblo rural de Montana, Estados Unidos. La mujer fue sorprendida por un oso que la atacó hasta acabar con su vida. El accidente mortal ocurrió el 6 de julio de 2021. Este suceso recuerda a otro ataque de un oso a una joven de 26 años en Canadá, que también falleció como consecuencia de la embestida.
El ataque que sufrió Leah fue de lo más perturbador. La mujer estaba pasando unos días en un camping, mientras descansaba un oso se acercó hacia ella para buscar comida. En esta primera ocasión el animal no le hizo daño: de hecho ella misma realizó una foto en donde se observaba al oso pidiendo comida.
Leah no podía creer lo que pasaría después de 60 minutos. El oso volvió hacia su tienda acampada y la atacó brutalmente hasta matarla. El animal entró en su tienda de campaña y acabó con para comérsela. Los clientes que se hallaban en el camping y que fueron testigos del ataque, intentaron asustar al oso con un espray y terminó huyendo. Aunque, lamentablemente no pudieron hacer nada para salvar la vida de Leah, que falleció por las mordeduras del animal.
La investigación para saber qué fue lo ocurrió en el camping ha sido muy compleja. Pero un año después, ya saben qué pasó, y cuál fue el detonante del ataque mortal, que ha causado gran conmoción en Montana, lugar donde ocurrió la tragedia. En el pueblo de rural de Montana es habitual ver osos y por eso muchas personas llevan un espray para espantarlos.
La Policía inició una investigación para averiguar las causas el ataque y si se pudiera haber evitado. Tras revisar las cámaras y escuchar a los testigos, pudieron comprobar que la mujer de 65 años le dio de comer al oso antes de que fuera atacada.
La noche que murió Leah, su hermana le ofreció dormir con ella en el hotel, pero la mujer de 65 años prefirió quedarse al camping, sin imaginar lo que le ocurriría más tarde. Este mes de julio se ha publicado un informe donde se explica detalladamente qué pasó aquel 6 de julio del año pasado.
El oso que mató a Leah, tres días después, también atacó a un granjero cuando lo descubrieron en su gallinero. El hombre se asustó y lo mató y, después de hacerle las pruebas de ADN, comprobaron que era el mismo animal que había atacado mortalmente a Leah. Así lo publica El Caso.