Bego, la ordenatriz te da la claves para el cambio de armario sin sufrir en pleno veroño

Bego, la ordenatriz publica 'Limpieza orden y Felicidad' (Editorial Planeta). En él da consejos de todo tipo pero en este época en la que se acerca el cambio de armario nada mejor que fijarse en ellos. Precisamente ahora estamos disfrutando de un veroño no esperado, pero en unos días empezarán a bajar las temperaturas y llegarán las lluvias, lo que nos obliga a plantearnos que, tarde o temprano, tendremos que hacer cambio de armario para sustituir la ropa de verano por la de otoño e invierno.

Da pereza solo con pensarlo. ¿Por dónde empiezo? ¿Qué me quedo? ¿Qué elimino? ¿Cómo coloco las cosas para que sea cómodo? Tener orden es clave. Estos son solo algunos de los consejos de la Marie Kondo española.

  1. Saca toda la ropa. Es la mejor forma de ver todo lo que tienes. “Para ordenar, primero hay que desordenar”.
  2. Limpia bien el armario por dentro. Con una bayeta mojada, también las perchas.
  3. Reparte la ropa encima de la cama por familias. Los pantalones con los pantalones, las camisas con las camisas… “Busca un sitio para cada cosa”.
  4. Prepara 3 montones. Uno con lo que nos vamos a quedar, otro con lo que vamos a donar y otro con las cosas con las que tenemos dudas (de ahí solo podremos elegir dos cosas por familia).
  5. Tener cuidado con los “por si acaso”: por si adelgazo, por si este año me lo pongo aunque hace 5 años que no lo uso, porque le tengo cariño, porque me costó mucho dinero… Hay que ser honrado con uno mismo.
  6. Comprueba que no hay ninguna mancha en la ropa que sacas. De ser así, antes de guardar hay que lavar. Con el tiempo pueden salir manchas oxidadas, no es que sea óxido, sino que se oxidan como una manzana pelada. 
  7. De la misma manera, asegúrate que todo lo que guardas para la próxima temporada está limpio. Es importante, por ejemplo, saber cómo guardar los bañadores para conservar en bien estados las gomas.
  8. Coloca la ropa en el armario de izquierda a derecha. Tanto por colores (es decir, de colores oscuros a claros) como por el peso de la ropa (de abrigos a camisas).
  9. No abarrotes los espacios.
  10. Hazlo cuanto antes. No retrases algo que sabes que tarde o temprano tendrás que hacer, de esta forma de quitas una preocupación.
  11. Deja la comida preparada antes de empezar a ordenar. Esta tarea nos llevará tiempo y terminaremos cansados.
  12. Ponte música que te anime.
  13. Las polillas son las grandes enemigas, para evitar que aparezcan pon laurel fresco en las prendas y zonas susceptibles de ser atacadas.

El método Kondo. escuchar a las prendas y saber desprenderte de ellas

El armario es uno de los espacios de almacenaje en los que más objetos inútiles acumulamos. Los ‘por si acaso’, las prendas de temporada que no hemos vuelto a usar, ese pantalón que no nos sirve pero que guardamos con la esperanza de poder volver a usar algún día... Hay ropa que no hace sentir incómodos e incluso culpables, bien porque nunca la usamos, bien porque no nos gusta y sentimos que en su día gastamos dinero inútilmente en ella, bien porque verla nos recuerda que ya no nos sirve, bien porque nos hace revivir momentos tristes o negativos... Los motivos son muchos, pero la solución es idéntica: deshacernos de ella sin piedad. No todo el mundo está de acuerdo con estos métodos y los hay que apuestan por ser un desastre como beneficio para aumentar la credibilidad y la resiliencia

Pero si apuestas por el orden y lo que necesitas es un estímulo para dar el paso, piensa que hay muchas personas que podrían darle una segunda vida a esas prendas y, que de esa forma, serían mucho más útiles que acumulándose en tu armario. Puedes donarlas a cualquier institución e incluso venderlas: afortunadamente, el mercado de ropa de segunda mano está cada vez más asentado, y hacer uso de esta vía no solo nos permite ahorrar dinero, sino alargar la vida útil de un objeto y romper con el consumismo que lo rodea.

Para decidir qué tirar y qué se queda, nada mejor que el método Konmari, diseñado por la japonesa Marie Kondo. Su lógica es sencilla y, a la vez, absolutamente genial: deshacernos de todo aquello que nos genere sensaciones incómodas o negativas para que el espacio en el que vivimos sea más agradable y feliz. Algunos lo usan ya hasta para terminar las relaciones.

Para llevarlo a la práctica, debemos "escuchar” lo que nos transmite cada prenda y atender a las sensaciones que nos provoca para decidir si es mejor que se vaya o si debemos mantenerla. Para ello, basta con sostenerlas una a una en nuestras manos durante unos segundos. Así, lo primero es variar tu armario y limpiarlo en profundidad. Luego te tocará dedicar unos segundos a cada prenda de ropa y, una vez que hayas cribado aquello que sobra, organiza su contenido clasificándolo de la forma en que te resulte más cómodo, útil e intuitivo.

En cuanto a la forma de organizar los elementos que se quedan, lo recomendable, según el método de Marie Kondo, es reservar el espacio de más fácil acceso a las prendas que usamos más a diario y relegar a un lugar menos accesible las que utilizamos menos, incluso utilizando armarios secundarios.