Un testigo de una escena de violencia machista en Burgos trató de defender a la víctima y acabó gravemente herido.
Los hechos ocurrieron el pasado lunes, a plena luz del día. El agresor le propinó una brutal paliza por haberle recriminado que estuviese pegando a su expareja, una mujer joven que portaba un carrito de bebé.
Patxi estaba trabajando en un teatro, pero la escena que se ha quedado marcada en su rostro se la encontró al salir a la calle. “Había una pareja con un carrito de bebé, le dio un bofetón que le hizo dar dos pasos para atrás”
El chico que golpeó a la chica es el mismo que le dejó la cara amoratada cuando le recriminó su conducta: “Cuando ves algo tan injusto el alma me tira a intervenir”, afirma, “le dije que eso no se hace, me di media vuelta para entrar y llamar a la policía”. Pero el agresor frenó sus pasos propinándole el primer golpe.
“Sentí un golpe por detrás, se puso encima y se quedó a gusto”, sus gritos alertaron a sus compañeros que lograron retener al chico.
“Yo fui detrás de él y le dije que iba a llamar a la policía”
Los agentes ya investigan los hechos. Las heridas de Patxi lograron lo que él se proponía, “la chica aprovechó para irse con el carro. Era lo que yo pretendía, que no le hiciese más daño a ella”
Por el momento, no hay denuncia por malos tratos y lo que a él más le duele es el caso de violencia de género que vieron sus ojos.