El 30% de las personas sin hogar padecen enfermedades graves y tienen 30 años menos de esperanza de vida que la media de nuestro país. En España solo existen tres centros para atenderlos y acompañarlos en esos momentos tan duros. En uno de ellos, llamado 'Hogar sí', financiado por la Comunidad de Madrid, cuentan su historia.
Ángel llegó hace tres meses al centro madrileño. "Soy diabético y en enero empecé a quedarme ciego. Tenía problemas de adicciones y, al estar en la calle, vas dando tumbos", comenta el joven, que valora mucho la atención que recibe: "El tener un cama, un sitio donde comer y aprender a ser ciego".
Las personas sin hogar no tienen acceso a trasplantes ni pueden acceder a tratamientos porque no tienen un lugar para recuperarse. "Trabajamos con personas con una enfermedad convaleciente, crónica que necesitan un sitio donde poder curarse", señala una coordinadora del centro.
Ángel encuentra oportunidades, como realizar "prácticas con la Once". Hasta 60 personas sin hogar se sienten arropados y en familia, como en el caso de Vicky. Le diagnosticaron un cáncer de mama hace cuatro años: "A raíz de la enfermedad me quedé sin trabajo y en la calle, horrible". Durante este tiempo asegura haberse "encontrado a gente en la misma situación", o "peor que ella".
Vicky, como todos los que atienden en Hogar sí, solo piensan en "salir adelante". Ella se encuentra en la fase terminal de su enfermedad. El objetivo es cuidarles y darles esperanza a todos ellos. Simplemente, conseguir una vida normal.