Los protocolos de prevención de riesgo de los colegios de Madrid para detectar pandilleros de bandas juveniles

Las bandas juveniles se reinventan. Lo hacen además ampliando sus horizontes. No solo de violencia, sino también de negocio: drogas, prostitución, ajustes de cuentas permanentes. Su violencia se ha sentido como pocas veces esta semana en la Comunidad de Madrid con sendos asesinatos en Alcorcón y Fuenlabrada. La Comunidad de Madrid no solo ha pedido al Gobierno más efectivos policiales -pese a mandar un mensaje de calma. sino que ha enviado a los colegios e institutos sostenidos con fondos públicos unos protocolos de prevención del riesgo de pertenencia a grupos juveniles violentos y sobre el consumo de drogas en los centros educativos de la región, que son de obligado cumplimiento desde hoy.

Esta actuación y su entrada en vigor en los próximos días forma parte de la Estrategia Integral para la Convivencia Escolar y han contado con la participación de las Consejerías de Presidencia; Vicepresidencia, Consejería de Educación y Universidades; Cultura, Turismo y Deporte; Sanidad; y Políticas Sociales, Familia, Igualdad y Natalidad.

El vicepresidente, consejero de Educación y Universidades, Enrique Ossorio, y el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Enrique López, han presentadoambos protocolos, que estarán a disposición de los colegios privados, a través del portal web institucional de la Comunidad de Madrid, para que puedan adaptarlos y sumarse a sus indicaciones.

La lacra de las bandas debe ser una prioridad

Ossorio ha destacado que la lacra de las bandas juveniles o grupos juveniles violentos no figura habitualmente entre las prioridades de la agenda política y mediática y eso "tiene que cambiar".

Esta iniciativa tiene como objetivo crear y consolidar una cultura de buen clima escolar a través de la sensibilización, la formación y en la implicación activa de toda la comunidad educativa. Para ello, se trabajará en tres niveles: la prevención, la detección y la intervención, y dentro de cada uno de ellos habrá una serie de ejes de actuación.

La secuencia básica de los dos protocolos conlleva varias fases: la notificación por parte del centro de hechos que pueden ser indicio del problema; recogida de información y entrevistas con la familia, el alumno, o sus compañeros; reunión para analizar la situación, resolución sobre la apertura de un Plan de Intervención en caso necesario; comunicación a la familia y autorización para derivar al alumno a servicios externos y, por último, envío del expediente a la Dirección de Área Territorial correspondiente y a la Unidad de Convivencia.

Los protocolos incluyen pautas concretas sobre cómo responder ante los casos sospechosos, tanto de pertenencia a bandas como del consumo de drogas, así como una serie de señales de alarma para que a los equipos directivos y a los profesores y maestros les resulte más fácil descubrirlos. Ossorio ha resaltado que estos protocolos tienen un diseño muy parecido porque "no son tan diferentes en lo referido a su detección y abordaje".

Además, se proporcionan a los equipos docentes un cauce seguro y adecuado para actuar, con el pleno respaldo de la Consejería. Su contenido permitirá abordar de forma individualizada cada caso en el que se sospeche que el alumno puede estar en riesgo y, a la vez, calibrar la magnitud del problema en cada centro.

Por su parte, Enrique López ha resaltado el trabajo previo del Gobierno autonómico para lograr esta meta con el papel clave desempeñado por la información específica que se está proporcionando a las Policías Locales a través del Instituto de Formación Integral en Seguridad y Emergencias de la Comunidad de Madrid (IFISE). Así, en este último, el pasado mes de febrero, los agentes participaron en el curso Maras, bandas juveniles y seguridad ciudadana, que contó entre sus docentes con expertos del Gobierno de Guatemala.

Asimismo, durante la presentación se ha valorado positivamente la reciente activación, este pasado verano, del Centro de Coordinación Municipal (CECOM) en la sede de 112, como un instrumento de apoyo a estos cuerpos policiales de cara a la lucha contra estos fenómenos delincuenciales, facilitando su colaboración con la Policía Nacional y la Guardia Civil en la tarea común.

El consejero López también ha subrayado la utilidad que tendrá en la lucha contra las drogas y las bandas juveniles la Unidad de Asistencia Material y Cinológica. Esta Unidad permitirá, entre otras funciones, ceder a los ayuntamientos perros policías que puedan servir para la vigilancia preventiva en el entorno de colegios e instituto.

Ossorio y López han coincidido en solicitar al resto de Administraciones, cada una desde sus competencias, que sigan trabajando para que Madrid "continúe siendo una de las regiones más seguras de Europa y el mejor espacio de libertad y de convivencia, precisando que los protocolos no solo no generan alarma sino que evitan problemas y refuerzan la convivencia".

"No debe crear una excesiva preocupación y alarma en las familias madrileñas y por eso es importante no generar alarmas injustificadas. Los gestores públicos estamos para resolver problemas, no para crearlos. Y en un tema como los jóvenes en bandas, que es problema importante, nuestra obligación es ocuparnos de su erradicación. En estos momentos eso nos obliga a trabajar no es la proliferación de las bandas sino de su gravedad", ha agregado el titular regional de Interior.

No existe una percepción de inseguridad por las bandas, pero hay un goteo de hechos inaceptables".

En la misma línea, Ossorio ha indicado que los políticos "no pueden enfangarse en discursos ni publicar tuits, sino en resolver los problemas del día a día; y esta es una preocupación real que tienen los ciudadanos no existe una percepción de inseguridad por las bandas, pero hay un goteo de hechos inaceptables".

"En estos meses ha habido incidentes en fiestas o el fallecimiento de un joven de 15 años (en la calle Atocha en febrero), y este fin de semana dos jóvenes asesinados. Nos estamos esforzando al máximo en este empeño. En Madrid no va a imperar la ley de la selva como impera en las fiestas de la Mercé en Barcelona", ha indicado.

"Tenemos que actuar antes que sea demasiado tarde"

Por eso, el titular regional de Educación ha recalcado que reforzarán el papel de la Educación para evitar el fenómeno de las pandillas y hechos violentos que, aunque ha apuntado que no han sucedido dentro de los centros, estos pueden ser lugar de captación de adeptos. "Tenemos que actuar antes que sea demasiado tarde. Los docentes y equipos directivos son ejemplares están sensibilizados desde hace tiempo. Pero ahora necesitamos dar un paso más, para ser más fácil y efectiva la labor de los centros. La educación no solo es la mejor escalera social, sino también se tiene que convertir en una tabla de salvación en esos supuestos", ha manifestado.

Tenemos que actuar antes que sea demasiado tarde

Por último, Ossorio ha explicado que la entrada en vigor de los protocolos es "inmediata" y que no supondrá la contratación de más profesores o de otros profesionales porque "el esfuerzo de contratación de este Gobierno en los últimos años ha sido extraordinario y con esos medios llevarán a cabo esos protocolos".

El Gobierno regional recuerda que actúa en materia de prevención con distintas acciones, como los 100 talleres celebrados para que los alumnos distingan el origen de los conflictos. También se han llevado a cabo cursos en 14 centros educativos el pasado junio con la colaboración de la Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor. En total, el pasado curso se realizaron 16.071 actividades en 1.638 colegios e institutos dentro del Plan Director.

Para prevenir el consumo de sustancias estupefacientes se pondrán en marcha este otoño charlas en las que estudiantes de Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional podrán analizar, reflexionar y compartirla tendencia que existe de quitarle importancia a estos hábitos.

Por otro lado, se está desarrollando un modelo de prevención --en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid--, al que ya se han apuntado más de 100 centros y cerca de 10.000 escolares a partir de 3º de ESO. En él se abordan temas como el uso de alcohol y otros narcóticos o el abuso de las pantallas, las redes sociales o los videojuegos.