El éxito turístico de Galicia se ha visto favorecido, por el año que vivimos, el año Xacobeo. Hacia doce años que no tenia lugar un Año Santo, lo que ha propiciado, junto a la eliminación total de restricciones impuesta por la pandemia, un éxito histórico del Camino de Santiago
Así, esta semana se ha alcanzado la histórica cifra de 347.000 compostelanas en lo que llevamos de año. El Camino de Santiago suma ya más peregrinos que en todo 2019.
Algunos peregrinos llegan hasta Santiago, el destino final, pero muchos continúan hasta Finisterre, donde se creía que se situaba el fin de la tierra, del mundo conocido. Un lugar que también ha vivido el despunte del turismo este verano.
Cada año Fisterra se llena de caminantes de todas las partes del mundo. Una mezcla de lenguas y razones para llegar a esta esquina del mapa. Peregrinar hasta el faro es una especie de ritual y en él muchos dejan sus amuletos y sus botas que tanto han aguantado.
Fisterra se ha convertido en un destino deseado, y eso se traduce en la economía de este pueblo gallego. Negocios como el de Pepe o el de Rosalía han visto en él una nueva oportunidad de crecer.
Lugares como éste nos permiten disfrutar de la inmensidad del fin del mundo.