El pasado sábado un grupo de jóvenes le propinó una brutal paliza al jefe de la Policía Local de Porreres (Mallorca), tras un altercado durante una fiesta privada en la que se encontraba la víctima, que estaba fuera de servicio. La Guardia Civil que ya ha abierto una investigación ha localizado e identificado a los presuntos agresores, según ha comunicado la alcaldesa de la localidad, Xisca Mora, a Europa Press. Hasta ahora, según ha confirmado la Guardia Civil, han sido detenidos dos varones, del grupo de seis, mayores de edad y de origen magrebí, como presuntos agresores.
La alcaldesa ha adelantado que el Ayuntamiento se personará como parte de la acusación particular debido a la gravedad del asunto. Se ha pasado "una línea roja" y ha lamentado que Porreres sufra incidentes como éste. "Somos un pueblo donde todo el mundo es bienvenido y siempre ha habido buena convivencia".
Los hechos tuvieron lugar durante una fiesta privada celebrada por la Unió Esportiva Porreres de fútbol con sus socios y jugadores, en la que se encontraban niños y familias. Tras una disputa de unas niñas con un grupo de seis chicos, algunos mayores de edad, el jefe de Policía acudió en su ayuda tras las súplicas de las jóvenes a las que estaban molestando. El policía que se encontraba en el lugar junto a su mujer y su hija, fuera de servicio, se acercó a llamarles la atención. Fue entonces cuando los menores respondieron con agresividad tirándolo al suelo y propinándole una brutal paliza.
El resto de los asistentes que estaban en la fiesta acudieron rápidamente a socorrer al hombre que se encontraba tirado en el suelo recibiendo multitud de puñetazos y patadas, saliendo los jóvenes corriendo de la escena. Tras reincorporarse un poco malherido, el hombre marchó a su casa junto a su familia, dónde se volvería a ver la cara con sus agresores.
Al ser Porreres una localidad de poco más de 5.000 habitantes, los jóvenes tenían pleno conocimiento de quién era el hombre al que estaban agrediendo, puesto que ha participado en actividades escolares y conocían dónde residía, según ha informado la alcaldesa.
Tras salir de la fiesta, los menores se dirigieron a la residencia familiar del jefe de Policía. A su llegada en coche, comenzaron a insultarle y amenazarle. Tras la negativa del agente a bajar del vehículo, los jóvenes comenzaron a zarandear el coche, llegando a lanzar un gran pedrusco que provocó fuertes daños en el vehículo. Tras estos nuevos incidentes, el agente llamó rápidamente a la Guardia Civil que se presentó en el domicilio aunque los chicos ya habían huido.
Como ha explicado la alcaldesa, volvieron a la fiesta del club deportivo acompañados de palos y piedras en busca de "armar una pelea". Allí agredieron a varias personas que se encontraban recogiendo el material. En esta nueva agresión, una joven resultó herida sufriendo la rotura de un dedo.