El acusado, M.L.G ha reconocido que asfixió a su padre y después le disparó en la cabeza. El parricida ha declarado ante la Audiencia Provincial de Murcia justificando sus actos, por los supuestos maltratos que sufrió a manos de su padre durante su infancia.
El hombre, que está acusado de matar a su padre en 2019 se enfrenta a una condena de 15 años y nueve meses de prisión por los delitos de homicidio y tenencia ilícita de armas, según la petición de la Fiscalía.
El acusado ha declarado que el día de los hechos, hace ahora tres años, el padre llegó de madrugada a la vivienda familiar, ubicada en una pedanía de Murcia, en estado de embriaguez y armando mucho ruido.
Ambos hombres habrían comenzado a discutir, según su declaración y el padre habría intentado agredirlo, por lo que él le apretó sobre su cuello y lo asfixió, y una vez en el suelo efectuó un único disparo en la cabeza, que lo mató.
El acusado ha explicado ante los jueces, que al ver lo que había hecho, arrojó el cuerpo al aljibe de la propia vivienda, que selló con silicona.
Los malos olores que en los días siguientes salían del pozo, un vecino al que M.L.G. provocó que un amigo avisara a la Policía, al sospechar que era cierto, lo que el acusado le había contado y que creyó que era una broma.
El acusado ha asegurado que reaccionó matándolo, porque durante la discusión con su padre vinieron a su memoria los abusos y malos tratos sufridos cuando era niño.
El juicio, que se desarrolla ante un jurado popular, continuará el próximo jueves con la declaración como testigos de los policías que investigaron los hechos.
La defensa del acusado niega la existencia del delito de tenencia ilícita de armas porque la carabina no era propiedad del mismo, pero sí admite el homicidio.
Por este reclama la absolución por aplicación de la eximente completa de trastorno mental o, de forma subsidiaria, cinco años de cárcel si esa alteración psíquica es contemplada sólo como eximente incompleta.