Hubo que esperar hasta el día de navidad, el 25 de diciembre cuando el volcán entró en fase post-eruptiva y así continúa desde entonces. A vista de dron podemos comprobar cómo todavía el cono volcánico emana gases y vapor de agua porque todavía se está enfriando. Pero estas imágenes también nos permiten visualizar la magnitud de sus consecuencias; esa cantidad de edificaciones, recuerdos y poblaciones enteras que quedaron sepultadas bajo lava y ceniza.
Yurena mira con nostalgia el lugar donde se levantaba su casa, la perdió el primer día de la erupción, es fue la última vez que la vio. A su familia aun no le ha llegado ni un euro de la ayuda oficial
Julio puede decir que su suerte fue algo mejor, su casa sigue en pie, la lava se quedó muy cerca, pero la ceniza la sepultó por completo. Meses después ha conseguido desenterrarla, pero todavía es inhabitable
Son solo dos ejemplos de las más de 1.600 viviendas que resultaron afectadas, la lava se llevó por delante también lugares que dolieron especialmente, como el cementerio de las Manchas, pero a vista de dron también comprobamos que la vida se abre paso y junto a las coladas de lava ya emerge la vegetación.