Justo hace un año, más o menos a esta hora, el volcán de La Palma empezó a despertar, a escupir humo, cenizas y lava. La incertidumbre se convirtió en certeza para los palmeros: había comenzado una pesadilla que sería muy larga y muy costosa. Muchos lo perdieron todo, sus casas, sus cultivos, sus animales, la lava se tragó pueblos enteros. Sigue impresionando sobrevolar el edificio volcánico. Comprobar que aún se está enfriando. Que todavía desprende vapor de agua y gases. Vemos los distintos cráteres que se formaron, los depósitos de azufre y la vegetación que se ha ido abriendo camino. Pero si descendemos hacia el valle recordamos la destrucción. Yurena perdió su casa el primer día de erupción. Aún recuerda cómo la lava lo arrasaba todo. En pocas horas se quedaron sin nada y aún esperan las ayudas.
Julio tuvo algo más de suerte aunque su ánimo no es mucho mejor. La lava respetó por poco su vivienda, pero quedó sepultada por toneladas de cenizas. Después de meses de trabajo ha conseguido desenterrar la edificación. El volcán expulsó más de 200 millones de metros cúbicos de material, la lava cubrió 12 kilómetros cuadrados de la isla y obligó a evacuar a 7.000 personas destruyendo casi 2.000 edificaciones. El 25 de diciembre de 2021 el regalo de Navidad fue que la erupción había acabado.
El volcán de Cumbre Vieja de La Palma, popularmente bautizado ya como 'Tajogaite' --nombre benahoarita-- vía encuesta popular, ha conformado la erupción más larga de la historia de la 'isla bonita' desde que hay registros, con 85 días y la expulsión de más de 200 millones de metros cúbicos de material.
La erupción fue de tipo fisural estromboliana y el volcán llegó a configurarse con seis cráteres y una altura máxima del cono de 1.131 metros, con un edificio actual volcánico de 200 metros, según datos recopilados por el Instituto Geográfico Nacional (IGN), Involcan, Instituto Geológico y Minero, Cabildo de La Palma y CSIC.
Con un índice de explosividad 3, el 'Tajogaite' llegó a generar un total de 8.652 terremotos durante la erupción, el más intenso uno de magnitud 5,1 a una profundidad de 36 kilómetros, pero semanas antes, en pleno 'enjambre sísmico', se localizaron 1.400. El tremor volcánico duró más de 2.000 horas, la deformación vertical llegó hasta los 33 centímetros y la columna eruptiva alcanzó un máximo de 8.500 metros.
El tipo de lava es malpaís y pahoehoe y las coladas recorrieron un total de 6,5 kilómetros más de 1,1 kilómetros bajo el mar. En total, más de 1.200 hectáreas de terreno se vieron arrasadas, con 1.345 viviendas y casi 1.700 edificaciones en total y también se ganaron dos fajanas de casi hectáreas sobre el mar.
La ceniza, muy intensa durante todo el proceso, llegó también a El Hierro, Tenerife, La Gomera y Gran Canaria y el aeropuerto de la isla estuvo inoperativo casi diez días. Involcan ha calculado que la erupción empezó a gestarse entre 2008 y 2013 con un ascenso de magma desde fuentes profundas de la isla que fueron complementados con otros aportes importantes a partir de 2020.