"Mi hija en cierto momento dejó de confiar, dejó de confiar en que sus padres se lo solucionarían, en que el colegio la protegería, y empezó a callar". Es el durísimo testimonio del padre de Saray, que intentó suicidarse tirándose por la ventana de un cuarto piso con solo 10 años. Un milagro salvó su vida, y ahora, ya fuera de la UCI tendrá que recuperar de una cadera rota y una fisura en el tobillo. Más difícil será que se recupere de las heridas de la mente y del alma. Del odio.
Su caso ha vuelto a hacer saltar las alarmas por una lacra que afecta a muchos colegios: el acoso escolar. El infierno de Saray ha vuelto a poner sobre la mesa una lacra, la del acoso escolar que reconocen haber visto uno de cada cuatro alumnos, que está ahí, aunque sean muchos los que callen y para la que existen protocolos. Pero discernir entre peleas y acoso a veces no resulta fácil. En el caso de Saray, el día a día del colegio se convirtió en el objetivo de todas las burlas. El padre acusa al colegio de no darle la suficiente importancia. El colegio aseguró en muchas ocasiones hacerse cargo del problema. Pero pensó que estaba frente a celos y envidias y no acoso.
Ahora mismo hay tres investigaciones en marcha para averiguar qué ha llevado a esta niña a una situación tan límite. La pequeña Saray llegó el año pasado de Colombia y el curso, según su padre, fue una autentica pesadilla. Se metían con ella físicamente, la tiraban del pelo, la llamaban sudaca y p... colombiana. Las amenazas eran constantes así como sentencias tan dolorosas como estas: "No tendrás amigas jamás". Ahora solo llevaba dos días del nuevo curso, y el viernes se lanzó desde un cuarto piso. Salvará su vida pero las secuelas se quedarán de por vida. Su padre lo tiene claro: "Ningún niño debería sufrir esto".
Unos padres que están muy defraudados con el colegio, al que la niña transmitió lo que le pasaba y según ellos la postura fue quitar hierro a lo que pasaba. "Fueron correcciones blancas que nunca llegaron a mayores".
El colegio emitió este pasado lunes un comunicado en el que lamentaban "los hechos acaecidos" y hacían llegar a la familia su "disposición para lo que puedan necesitar". Según defienden en el escrito, desde que la alumna se incorporó al centro en enero de 2021, "tanto su tutora con el resto de docentes han prestado especial atención" a su acogida, por lo que, aseguran, no esperaban esta noticia.
"En cualquier caso, desde el colegio se recabará información, se abrirán los protocolos necesarios si fuera conveniente y estaremos a disposición de las instituciones oficiales para colaborar en todo lo que consideren preciso", concluyen en el comunicado en el que piden a la comunidad educativa "respeto y confianza en nuestra labor en este comienzo de curso".. El padre guarda unos audios de responsables del centro interesándose por su hija, pero le decían que eso no era un caso de bulliyng, que eran celos y envidia u que ellos sabían como resolverlo.