Un tribunal de Reino Unido a condenado a una pareja a 12 meses de prisión tras escuchar los maltratos físicos y emocionales a los que fueron sometidos los tres menores y que los ha dejado traumatizados. La madre, Lorna Dennington, de 47 años, fue la principal artífice de las tropearías a las que fueron sometidos, mientras que su esposo, Christopher Dennington, "básicamente dio un paso atrás y lo observó y permitió que sucediera".
La madre habitualmente golpeaba a los niños y los hacía comer en el suelo si no les gustaba su comportamiento. En una ocasión, llegó a golpear la cabeza de su hijo contra un armario repetitivamente por llegar tarde de la escuela. Los castigos físicos eran recurrentes por parte de la progenitora, que golpeaba a los niños si no completaban las tareas según sus estándares o les frotaba las encías hasta que sangraban si sus dientes estaban manchados, según ha confirmado el fiscal encargado de la acusación de los hijos, Michael Morley.
En otra ocasión, un niño llegó a casa con los pantalones mojados después de jugar en el río, y Lorna Dennington estalló en cólera y lo empujó a la bañera y le pasó la ducha por la cara mientras decía: 'Si quieres estar en un río, prueba esto', el menor confesó que le costaba respirar.
En otra ocasión, Lorna, comenzaría a humillar a una de las niñas públicamente cuándo comenzó a menstruar al revisarle la ropa interior para ver si estaba menstruando y abofetearla si encontraba alguna mancha. Además, también la ridiculizaría delante de otros niños, llamándole gorda entre otras muchas vejaciones.
La pareja se declaró culpable de tres cargos de crueldad infantil, así como Christopher, además un delito de fraude al robar al hijo de su pareja más de 60.000 euros que su difunto padre le había dejado como herencia. El hombre afirmó ante la corte que gastó todo el dinero salvo 1.000€ en compras para el dormitorio del niño.
El niño, que ahora es adulto, proporcionó una declaración de impacto en la víctima en la que dijo que se sintió traicionado cuando supo que se había gastado el dinero, ya que planeaba usar el dinero para comprar una casa. "Estoy destrozado porque el dinero que me dejó mi padre se ha ido. Quería comprar una casa con él. El tiempo que he vivido con Lorna y Christopher me ha afectado profundamente. Sufro de cambios de humor. Si alguien cerca de mí levanta la mano, automáticamente me estremezco”.
La abogada de la pareja, Michele Turner, defendió a Lorna Dennington ante el tribunal alegando que sufría un trauma infantil por lo que no estaba preparada para sobrellevar "tal responsabilidad". Desde entonces, está diagnosticada con un trastorno o de personalidad emocionalmente inestable, "que está en la raíz de todo este comportamiento".
Durante años, los niños vivieron con temor en el cuerpo ante los que eran sus progenitores. En alguna ocasión llegaron a plantearse el suicidio como la verdadera solución, como es el caso de una de las niñas que padece trastornos alimenticios y estrés postraumático. "Me hicieron sentir como si yo fuera el problema. La policía y los servicios sociales me devolvieron cuando me escapé. Pasé mi infancia asustada de las cosas horribles que me sucederían a continuación”.