Controversia por una campaña de la Generalitat de Cataluña que anima a las mujeres a hacer topless para combatir la discriminación. El debate es viejo pero está presente cada verano en todas las piscinas. El mensaje ha generado división de opiniones.
En algunos lugares se practica el nudismo y en otros tantos es obligatorio llevar las dos piezas. “Lo veo como una discriminación”, dice una mujer en la playa.
La Generalitat lo tiene claro. Piensa que ya es hora de dejar de lado la parte superior del bikini. Neus Pociello, directora del Instituto catalán de las Mujeres, lo dice claro: “hay que poder elegir si una quiere hacer topless o no hacerlo”.
La sexualización de las mujeres empieza de pequeñas. Por eso abogan por hacer topless tanto en la playa como en la piscina, donde suele ser obligatorio llevar las dos partes del bikini.
“A los de mi edad no nos cuesta, yo creo que la gente más joven a veces tiene más reparo”, dice una señora de cierta edad.
La campaña de la Generalitar reclama que se pueda hacer topless sin restricciones no solo en la playa. “Tenemos que tener libertad para no sentirnos cohibidas”, dice una mujer.
“Así como nosotros podemos estar con nuestro pecho al aire, entiendo que la mujer también lo puede hacer”, señala un joven en la playa de la Barceloneta.
Un grito que viene desde lejos. “No sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas”, que dice la canción de Rigoberta Bandinni. En redes, ya lo saben, está prohibido enseñar el pezón, si no quieren correr el riesgo de la censura.