La sequía mantiene a los pantanos de Cataluña al 40 por ciento de su capacidad. Uno de ellos, el de Sau, en la provincia de Barcelona, se ha convertido en toda una atracción para los turistas en lo que ya se conoce como el 'turismo de sequía'.
Las aguas de este embalse cubren en tiempos de abundancia la iglesia de Sant Romà de Sau, construida en el siglo XI. Su famoso campanario fue considerado durante muchos años como el rascacielos de la zona hasta que a partir de 1963, empezó a quedar oculto por el llenado del pantano.
Ahora, con las aguas en completa retirada por la sequía, el cuerpo de la iglesia y su imponente torre han quedado completamente al descubierto atrayendo a muchos curiosos que colapsan los accesos al pantano.
Por eso, los responsables de Tráfico en Cataluña han tenido que realizar un llamamiento a la población para que no acuda a este punto, llegando a impedir el acceso a los vehículos una vez que los espacios para aparcar están llenos.