Freya, la morsa sacrificada en Noruega, víctima de su fama y las redes sociales

  • Freya había llegado al fiordo de Oslo el pasado mes de julio

  • La morsa, de cuatro años, pesaba 600 kilos, aunque en los últimos meses había perdido peso

  • Durante todo este tiempo se ha alimentado de peces y moluscos, aunque también se le ha visto cazando cisnes

El sacrificio de una morsa ártica instalada en el fiordo de Oslo, la capital de Noruega ha levantado una ola de protestas por la actuación de los veterinarios gubernamentales. Freya, nombre de la diosa nórdica de la belleza, se había convertido en una atracción social que congregaba a cientos de turistas para verla, algo que los especialistas criticaron porque creaba ansiedad al animal.

La hembra de morsa de cuatro años y 600 kilos de peso, había llegado el pasado mes de julio a estas aguas desde su hábitat natural del círculo polar ártico. En su nuevo territorio, cazaba todo tipo de peces y molusco y su vida era el objetivo de los turistas que buscaban captarla para sus redes sociales. Este acoso llevó a las autoridades a pedir que cesaran las visitas , pero los curiosos seguían llegando en masa poniendo en peligro al animal.

Los animalistas habían pedido que no se sacrificase a Freya y fuese trasladada a otras aguas

Por eso y, ante la imposibilidad de controlar el flujo de curiosos, los veterinarios decidieron sacrificara Freya para evitar que siguiera sufriendo. La decisión ha levantado una ola de indignación animalista que critica que el Gobierno no haya considerado otras opciones como su traslado a aguas más alejadas.

Los veterinario, en su defensa han asegurado que la salud de Freya había empezado a deteriorarse por la presión social y que su constante pérdida de peso era una señal de su sufrimiento, según informa Indy100