La pesadilla parece no tener fin en Galicia. Ourense vuelve a revivir el drama de hace un mes. Han desactivado el nivel 2 de peligrosidad porque las casas ya no están en riesgo, pero hay tres grandes incendios activos, que se han unido varios fuegos. Solo los incendios de Laza y Chandrexa de Queixa, ahora uno, han dejado 2.100 hectáreas calcinadas. La unión de esos incendios ha provocado un auténtico monstruo de fuego que aún no está controlado.
Es un gran incendio en el macizo central ourensano. Una zona de difícil acceso, aunque evoluciona favorablemente. En cuanto a los otros dos incendios activos, como en O Irixo, donde el fuego ha arrasado 680 hectáreas. Por la tarde se han reactivado varios focos por el calor, pero hay optimismo entre las autoridades. Los vecinos desalojados ya han podido volver a sus casas.
Bomberos y vecinos intentan apagar focos. En en el incendio de O Irixo avanzan en las líneas de control para lograr su estabilización. El calor preocupa. Hay fuego que puede revivir, como esta jornada, con cuatro puntos. Varias casas se quemaron en Trabazón. Van a hacer un perimetro alrededor del pueblo y a regar las viviendas. No quieren volver a vivir lo de anoche. "Estas tranquila y que te manden salir...", comenta una mujer.
Los vecinos tambien trabajan codo con codo con los medios de extinción. "Todo el mundo con la manguera refrescando todo", comenta un joven. No hay otro modo de proteger sus parroquias. Imágenes desoladoras, numerosas personas que lloran sus tierras arrebatadas por el fuego. El fuego de Boborás y O Carballiño, unidos en un frente, han arrasado casi 1.000 hectáreas. El de Laza, unido a Chandrexa de Queixa, como decíamos, 2.100 hectáreas de monte con complicado acceso.