Las habitaciones de hotel son como el propio domicilio. Una vez reservada nadie puede entrar sin autorización. De ahí que muchos hoteles y casas rurales no puedan controlar el gasto energético dentro de ellas.
Un estudio hecho entre 2.500 clientes arroja que el 71% de los turistas nunca apaga el aire o la calefacción cuando sale por la mañana a visitar la ciudad, el objetivo es que esté fresca a su vuelta. Los propietarios de alojamientos solo pueden tocar el mando cuando les permiten entrar a limpiar y ahí ajustan la temperatura, porque la media a la que tienen las estancias suele ser de 20 grados.
El estudio ha sido realizado por Jetcost, un buscador de vuelos y hoteles y en el mismo también se constata que ocho de cada diez personas llenan el plato del bufé hasta arriba y luego no se lo comen. Y el 65 % reconoce que se lleva comida de los comedores aunque exista la prohibición de hacerlo.
Pero no solo eso, el 58 % pide que le cambien a diario las toallas del baño y cuatro de cada diez fuman en la ventana de las habitaciones de no fumadores.