La fortaleza de Arthur ha hecho que sobreviva milagrosamente a lo que era una muerte segura, un disparo entre los ojos.
El animal, un Corgi galés, recibió un tiro en la cabeza, pero pudo huir de la granja en la que le habían disparado, encontrándose con unos veterinarios. Los sanitarios en un principio pensaron que el perro tendía una herida en la cabeza causada por la valla de la granja de la que había escapado, pero luego vieron la gravedad de la herida.
Los rescatadores de Arthur decidieron llevarlo a la protectora de animales de Pensilvania, Estados Unidos, donde le salvaron la vida.
“Arthur tiene suerte de seguir vivo y no es un eufemismo. Fue disparado entre los ojos y lo dieron por muerto. Pero Arthur no murió”, publicaron desde la protectora PSPCA contando la historia del perro.
Tras una intervención y después de semanas de dura recuperación, Arthur sufre las graves secuelas del maltrato, “la bala le causó daños en las vías respiratorias y en la boca”. Pese a ello, Arthur sigue su recuperación y disfruta del cariño de los que componen la protectora a la espera de una familia que lo adopte.