La tía de Arancha Palomino debía bajar al baño del garaje porque no le dejaban usar el de casa

  • La Guadia Civil acusa al actor Luis Lorenzo y su esposa Arancha Palomino de la muerte de la tía de esta, María Isabel

  • Una cuidadora que solo duró una semana en el puesto, así como algunos vecinos, apuntan a que a María Isabel no le dejaban usar ni el baño de casa

  • Señalan que la octogenaria estaba descuidada, sucia, y que había intentado escapar porque quería regresar a Asturias

La Guardia Civil no duda al acusar al actor Luis Lorenzo y su esposa, Arancha Palomino, del presunto asesinato de María Isabel Suárez, la tía de esta. Según las pruebas recabadas y la investigación realizada, ambos tenían un plan para expoliar su patrimonio, y presuntamente lo llevaron a cabo en detrimento de la salud de la octogenaria, hasta el punto en que, de acuerdo a la acusación, habrían acabado con su vida. Así lo reflejó la autopsia que intentaron evitar, que defiende que murió envenenada y la etiología de su fallecimiento es “violenta/homicida”. En su última etapa, María Isabel, que de forma recurrente habría manifestado su deseo de volver a su casa en Asturias, dejando Rivas Vaciamadrid, donde el matrimonio Lorenzo-Palomino se la llevó, habría vivido en condiciones cuestionables, según ha revelado una cuidadora que solo duró una semana en el cargo y que ha denunciado que ni siquiera le dejaban usar el baño de la casa.

De acuerdo a la versión de esta última, la anciana se encontraba descuidada, sucia, no tenía ropa para mudarse y no paraba de decir que quería regresar a su tierra. Además, califica a Arancha Palomino como una ‘víbora’ y asegura que está desequilibrada, señalando que se hacía pasar por abogada.

Más allá, asegura que en la vivienda no había comida, tan solo galletas y lecha.

También algunos vecinos corroboran la situación en la que se encontraba María Isabel, señalando igualmente que la veían bajar al baño del garaje porque no le dejaban usar el de casa. A Arancha le “daba asco”.

Además, otra de las veces los vecinos llegaron a grabar cómo la octogenaria intentaba escapar de ese horror, antes de ser sorprendida por los dos acusados diciéndole que estaba confundida por su enfermedad mental. Pero no era verdad.

Fue de hecho una vecina la que alertó a la familia de María Isabel cuando Luis Lorenzo y Arancha Palomino pretendían enterrarla. Tuvieron obligación de hacerlo en Asturias, pero no avisaron a nadie. Gracias a la vecina, la familia se presentó en el tanatorio e impidió el entierro que pretendían sin autopsia, y fue así como se descubrió el plan.

Aquel día, el día en que murió María Isabel a los 85 años, en junio de 2021, el actor y su esposa dijeron que estaban de viaje a Asturias, un extraño viaje, emprendido de madrugada. Sin embargo, sus teléfonos móviles les sitúan en Madrid. Primero en Chamartín y Valladolid. Volvieron a la estación a las 11:28 y de ahí se fueron a su casa. La última cuidadora de la octogenaria, A.E Vaca, quien ha pasado de testigo a investigada por las sospechas de la Guardia Civil sobre su colaboración con los acusados, declaró no obstante que no regresaron hasta después de comer.

Luis Lorenzo no llamó a Emergencias hasta pasadas horas del fallecimiento, lo que dispara las sospechas sobre esa tardanza y sobre si querían una coartada.

La Guardia Civil acusa a Arancha Palomino y Luis Lorenzo del asesinato: tenían un plan para quedarse con su dinero

La Guardia Civil cree que tenían un plan construido para hacerse con el dinero de María Isabel. Creen que se basaba en lograr el deterioro físico y cognitivo de la anciana por medio del abandono, la desnutrición y un cóctel de antipsicóticos con los que doblegar su voluntad. De hecho, apuntan a un momento clave que habría precipitado ese plan hasta desembocar en su muerte: la denuncia que la familia efectuó contra la pareja por llevarse a María Isabel de Asturias y dejarla incomunicada; una denuncia por secuestro.

Concretamente, dos días antes del fallecimiento de la octogenaria, el 28 de junio del pasado año, el instructor de la causa abierta en la Guardia Civil en Madrid por esa denuncia sobre una presunta detención ilegal habló por teléfono con Arancha Palomino. Querían hablar con María Isabel, pero no lo lograron. La esposa de Luis Lorenzo dijo que se encontraba muy mal, y por eso el guardia civil decidió enviar a una pareja de guardias a inspeccionar la vivienda. Sin embargo, tampoco ellos lograron ver o hablar con la octogenaria. Arancha Palomino les espetó que, sin orden judicial, no entrarían en la vivienda. Y no entraron. Solo dos días después, su tía fallecía.

Según la Guardia Civil, Palomino y Luis Lorenzo, a través de una suma de factores que engloban descontrol, mala praxis y negligencias, con clínicas privadas de por medio, habían hecho un acopio de fármacos para el deterioro cognitivo y volitivo de María Isabel. La defensa, por su parte, insiste en que no está clara la causa de la muerte por envenenamiento, por intoxicación de cadmio y manganeso, pero desde la Benemérita mantienen que aceleraron su plan al verse investigados.

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