Los incendios forestales que asolan el sur de Europa ya son conocidos como el "anillo de fuego" del suroeste del continente. En lo que va de año, solo en España han ardido ya más de 70.000 hectáreas de terreno según datos del Ministerio del Interior. Los más de 30 incendios que afectan a diferentes zonas del país se han visto alimentados por la extraordinaria ola de calor que por segunda vez castiga a las masas forestales y que ya han dejado dos fallecidos.
Para muchos expertos, la mano del cambio climático estaría detrás de todos estos fenómenos devastadores, pero aún hay una gran cantidad de académicos que interpretan lo ocurrido como episodios "normales" en esta época del año.
En contra de esta postura está Enrique Salvo, director técnico de la Cátedra FYM de Cambio Climático de la Universidad de Málaga, director de la Cátedra UNIA-UICN de Conservación de la Naturaleza y presidente del Clúster de Soluciones basadas en la Naturaleza, al que ha entrevistado en directo Pedro Piqueras en Informativos Telecinco. Este es el contenido íntegro de esa conversación.
Pedro Piqueras: Estamos ante un gravísimo problema con estos incendios y estas olas de calor. ¿Cuáles pueden ser las consecuencias de todo esto? ¿Está el planeta, estamos todos en peligro?
Enrique Salvo: Estamos muy en peligro, y lo malo es la normalización de este tipo de eventos, de catástrofes naturales que se van sucediendo una tras otras. Vd. contaba hace solo unos días cómo algunos glaciares estaba desprendiéndose en una zona de Pakistán donde había unos deshielos tremendos. Y ahora tenemos este anillo de fuego en suroeste de Europa que no deja de ser una anomalía. Quién niegue que esto es una causa más de esa crisis climática está al borde de necedad.
PP: ¿Qué podemos hacer para detener este proceso?
ES: La verdad es que es muy complicado porque, si bien, en el mundo occidental o desarrollado podemos poner algunas medidas en marcha, sin embargo no hay que olvidar que entendemos como países desarrollados un 10 o un 15 por ciento de los países del planeta. El resto dice que les dejemos desarrollarse ya que ya lo hemos hecho nosotros. Y ahí es en donde tenemos el conflicto con Brasil o con China, entonces, hasta que ellos no alcancen ese nivel de conciencia de que aquí nos la estamos jugando todos y, por lo tanto, tenemos que ver un camino común va a ser muy complicado.
Ahora bien, dicho eso con carácter global; con carácter particular, podemos hacer mucho fundamentalmente en nuestro hábitat natural que es la ciudad. La ciudad no puede calentarse más. Estos fenómenos de olas de calor, estos fenómenos de islas de calor urbano son muy peligrosos y Vd. ha dado antes los datos en cuanto a la siniestralidad que tiene.
Creemos que las olas de calor no matan y matan. Hay otras muchas formas en donde la crisis climática que vivimos también está matando.
PP:¿Qué se les puede decir a aquellas personas que piensa que es simplemente una cuestión de ciclos?
ES: Creo que en estos días estamos viendo un cambio de ciclo. Y ese cambio de ciclo es tan evidente que estamos en una crisis climática, en una emergencia climática que, negarlo después de todos los datos, del relato que vd. ha hecho de lo que está ocurriendo en España ahora mismo yo creo que es la mejor demostración de lo que ocurre.
El negarlo, ya digo, es una cuestión de necedad. A mí, lo que más me asusta y mucho de ellos tienen una formación académica, lo que podríamos denominar como normalista, aquellos que ven en esto algo normal y sin embargo cuando vemos los registros de un siglo y medio atrás vemos que nunca han ocurrido muchas de estas catástrofes que estamos viendo en la actualidad y que, sin embargo tenemos el riesgo de normalizar precisamente por esas manifestaciones.