Los que busquen refugiarse del calor en la sombra de la terraza de un bar quizá lo tengan que hacer mirando el reloj, porque llega el fenómeno de las terrazas cronometradas. Un sector de la hosteleria ya lo aplicó en pandemia, pero hay locales que quieren poder limitar el tiempo de los clientes en las mesas. Es un viejo debate de los hosteleros que no todo el mundo entiende.
Tire de reloj, porque tiene 15 minutos para tomarse un café en la terraza. 25, y no se estrese para una cerveza. 35 para un cubata y 40 para un bocata. Sí, es real. Ocurre en un bar de Bilbao, dndne tienen que sacar rentabilidad a sus tres mesas. "Que vayan consumiendo más, o que dejen paso a otros clientes", comenta la propietaria.
"Algún cliente se enfada", comenta. A muchos les llega con el tiempo disponible, pero a otros se les queda corto. Algo había que hacer con los que calientan silla hasta el amanecer. Y es que a todos nos apetece sentarnos en una terraza a disfrutar del verano.