El teniente coronel de la Guardia Civil, Pedro Alfonso Casado, conocido como 'Perico', fallecido tras recibir un disparo en la cabeza en la localidad de Santovenia de Pisuerga (Valladolid), se ha ido como un héroe. El agente, que ha sido despedido en un emotivo funeral, donde ha recibido la Cruz de Oro del Mérito de la Benemérita a título póstumo, ha salvado la vida de cinco personas después de que su familia haya decidido donar sus órganos.
Sus amigos más cercanos hablan de un 'ángel verde'. No tenían dudas de que el último gesto de la familia tendría la categoría humana que caracterizó siempre al teniente coronel muerto en acto de servicio. Tenía 50 años, era natural de Vitoria, pero con lazos familiares en Mombuey (Zamora) y Sahagún (León), estaba casado y tenía dos hijas.
El jefe de la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil, herido el pasado viernes por un hombre atrincherado, después de matar a su mejor amigo, fallecía este martes. Su estado se había agravado en las últimas horas hasta el punto de que varias fuentes apuntaban ayer que había entrado en "un estado irreversible" tras recibir un disparo en la cabeza.
Un día antes, las noticias parecían alentadoras tras las últimas pruebas que le habían practicado, pero finalmente se produjo el fatal desenlace. "Duerme en Paz, Hermano", se han despedido los guardias civiles desde el perfil oficial del instituto armado en redes sociales.