Miles de personas se han manifestado este domingo en Bilbao en defensa de la atención primaria, en una protesta en la que se ha reclamado, además, la dimisión de la consejera vasca de Salud, Gotzone Sagardui, y en la que los sindicatos han solicitado a la Dirección de Osakidetza "voluntad negociadora real y efectiva".
Tras las polémica y recientes declaraciones de Sagardui respecto a un cambio cultural en relación a Osakidetza, los sindicatos han subrayado que es necesario "proteger la sanidad pública". La consejera manifestó que la falta de médicos hará que varios centros de salud tengan que cerrar en la época estival y que los pacientes únicamente tendrán que ser atendidos por las enfermeras.
Desde Satse, su portavoz, Amaia Mayor, ha considerado que en dichas afirmaciones se ve la intención de recortar servicios y deshacer la atención primaria. Tras señalar que los "problemas" que se dan en Osakidetza se pueden solucionar, ha defendido que es cuestión de "voluntad e inversión".
En este sentido, ha rechazado que sean 14 las citas que atiende una enfermera diariamente, sino que se elevan "hasta las 22 ó 23". A ello le ha sumado los avisos a domicilio, las agendas comunes como salas de curas o pruebas covid. Por ello, ha denunciado que "no se tiene en cuenta la realidad y la carga de trabajo de los profesionales".
"No podemos dejar de recuperar la negociación colectiva. La mesa sectorial es el foro natural de la negociación colectiva y tendemos nuestra mano para recuperarla, pero para ello es necesario que la negociación sea real y efectiva", ha afirmado.
Por último, ha alertado del problema que va a representar el relevo generacional en atención primaria, ya que está prevista la jubilación de más de 3.000 profesionales en los próximos años. "Hay que ponerle solución. Si hay voluntad, se puede paliar la falta de profesionales. Es cuestión de sentarse a negociar", ha argumentado.
Esther Saavedra, portavoz de ELA, también ha criticado las "gravísimas" declaraciones de Sagardui respecto al futuro de la atención primaria y del resto de niveles asistenciales. No obstante, ha incidido en que se trata de unas medidas que ya se aplican y "no son a futuro".
Jesús Oñate (LAB) ha realizado además un llamamiento a la ciudadanía a movilizarse para detener unas políticas que "están beneficiando a la sanidad privada y debilitando la sanidad pública". La delegada de UGT Mari Feli Campos ha denunciado los cierres de los centros de salud a las 17:00 horas.
También en Galicia ha habido una protesta vecinal en defensa de la sanidad pública. El pueblo de Moaña, en Pontevedra, ha salido a la calle, y lleva ya 29 domingos haciéndolo.
Los vecinos, hartos de la situación, aseguran que no van a parar y que continuarán exigiendo a la Xunta que restablezca el servicio de urgencia cancelado desde hace dos años. También piden que recuperen los doctores que atendían en el turno de tarde, y que fueron suprimidos el pasado mes de octubre.
Y es que son muchos los vecinos que no pueden desplazarse hasta otros municipios para asistir al médico. Además, su centro de salud se encuentra saturado al haber quitado turnos.
"Quedamos alrededor de unas 1.500 personas sin médico asignado", advierte la alcaldesa de la localidad, Leticia Santos.