La noche de San Juan es una de las más especiales del año para miles de personas en todo el mundo. Aunque el origen de esta festividad es religioso, lo cierto es que también tiene mucho que ver con un momento clave: la llegada del verano y, con él, de la temporada del buen tiempo como punto álgido para el disfrute tras el duro invierno y el despertar de la primavera. En verano hacemos balance de lo logrado y de lo pendiente, nos relajamos, formulamos nuestros nuevos deseos y cogemos fuerzas para todo lo que está por venir. Por eso San Juan y sus rituales tienen mucho de simbólico: nos deshacemos de lo malo para volvernos más ligeros y hacer frente a lo que viene con toda la energía necesaria. ¿Qué tradiciones cumplir en la Noche de San Juan? ¿Cómo conmemorar como se merece este día especial?
La Fiesta de San Juan se celebra en la del nacimiento de San Juan Bautista. El origen de esta celebración es, por tanto, cristiano: la Biblia recoge que San Juan Bautista nació un 24 de junio y que, por este motivo, su padre pidió encender una hoguera. Sin embargo, San Juan se celebra, de una manera u otra, desde mucho antes de la llegada del cristianismo, existiendo costumbres paganas que tienen que ver con la coincidencia (no del todo exacta) de esta festividad con el solsticio de verano.
En realidad, el día más largo del año (en el Hemisferio Norte) ocurre alrededor del 21 de junio, pero este pequeño desajuste no nos impide celebrar la llegada simbólica del verano el día 24, y también la noche más breve: en torno a ella giran muchas de las costumbres y tradiciones relacionadas con San Juan, muchas de ellas de origen mágico y pagano, así como relacionadas con la agricultura y con el poder del agua y del fuego como elementos básicos en nuestras vidas.
En los países del entorno mediterráneo, quizás la costumbre más extendida es la de las hogueras de San Juan: durante la madrugada del 24 de junio se construyen hogueras en muchísimas localidades, preferiblemente en la playa, para poder cerrar esta noche tan especial con un baño en el mar como guinda final.
Se dice que el rito de la hoguera nos llega desde tiempos previos al cristianismo, siendo su razón de ser "dar más fuerza al sol". Y es que, tras la noche más corta del año, los días se irán haciendo más cortos poco a poco hasta alcanzarse el solsticio de invierno.
Además, el fuego también tiene una función purificadora. Por eso es costumbre quemar aquello que queremos eliminar de nuestra vida (de forma simbólica o real). Hacer listados con aquello que queremos alejar de nosotros y quemar la lista en el fuego es una costumbre muy extendida en España y en otros países.
También es costumbre hacer justo lo contrario: escribir nuestros deseos para el nuevo año y tratar de atraer a la suerte quemado la lista en la hoguera de San Juan. Quizás el mejor ejemplo de esta costumbre lo encontramos en Andalucía: en algunas zonas de esta comunidad autónoma, como Algeciras o Conil de la Frontera, se acude a las playas el 23 de junio antes de medianoche y se instalan muñecos de trapo tradicionales (llamados juanillos), que son quemados al llegar la medianoche con deseos secretos escondidos en su interior.
Otra costumbre es el baño nocturno en la noche de San Juan, una forma de purificarnos y dejar atrás todo aquello que nos sobra para afrontar la nueva temporada con energía renovada y peso ligero. Eso sí, el baño debe suceder después de la medianoche: se trata también de un símbolo de salud y protección ante posibles enfermedades, especialmente en zonas como Asturias. Y es que la tradición celta no solo rinde culto al Sol, sino también al agua. Se dice que durante la noche de San Juan el agua tiene el poder de bendecir campos, montes, ríos, arroyos y fuentes, trayendo salud para todos.
En el caso de España, también es tradición lanzar fuegos artificiales, así como organizar fiestas y verbenas que pueden durar hasta el amanecer. De hecho, ver comenzar el nuevo día tras la noche más corta del año tiene mucho de simbólico, y son muchas las personas que esperan a este momento para bañarse, entrar en calma y poner fin a la celebración.
Esta fiesta también tiene que ver con las cosechas. De ahí que en lugares como en Alicante se diga celebre el "día más largo del año para las recolección de las cosechas", así como la noche más corta del año "para la destrucción de los males". Para el cristianismo, además, el fuego representa la purificación (lo viejo) y el agua el bautismo (lo nuevo).
Los principales países en los que se celebra San Juan son Reino Unido, Irlanda, España, Portugal, Dinamarca, Suecia, Estonia, Finlandia, Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Puerto Rico y Venezuela, entre otros.