El hombre que ayer habría matado a su mujer y a una amiga de su pareja en la acomodada calle Serrano de Madrid, Fernando González de Castejón, conde de Atarés y marqués de Perijaa, solía disparar en el patio de vecinos contra unos cuadros que usaba como diana. El Conde se había mostrado violento con algunos vecinos. Estaba “loco”, ha dicho uno de ellos.
Hace cuatro años detuvieron a Fernando González de Castejón, conde de Atarés y marqués de Perijaa por violencia de género. Junto a la mujer, de 44 años, que presuntamente asesinó ayer tenía una hija de 10 años, que en el momento de los hechos estaba de viaje. También habría matado a una mujer de 77 años, que estaba con ellos en la vivienda.
Los vecinos han contado que el conde hacía tiempo que no estaba bien. Se había enfrentado con algunos vecinos de forma violenta, en las reuniones de la comunidad cantaba el Cara al Sol y, a veces, insultaba a las mujeres que pasaban por la calle. Un reportero de El Programa de Ana Rosa ha contado que el hombre había "amenazado con matar al perro de un vecino porque ladraba y también amenazó a la vecina de arriba porque le estaba manchando unos cuadros de Picasso que tenía en su salón".
Cuando practicaba el tiro en el patio común del edificio de viviendas lo hacía -ha afirmado el reportero- escuchando marchas militares o himnos de extrema derecha a todo volumen. La convivencia con del aristócrata era tan complicada que los vecinos "hace unos días convocaron una junta para ver qué podían hacer con él".
La policía ha encontrado en su casa armas. Esas que usaba para disparar en el patio de vecinos contra los cubos de basura y cuadros que usaba de diana, según la versión de quienes residen en el inmueble de la calle Serrano de Madrid. Estaba “loco”, ha comentado un vecino. Algunos en el edificio dicen que desde el confinamiento había perdido la cabeza. De hecho un vecino ha contado que durante el confinamiento llegó a verlo con una escopeta a la espalda y otro ha dicho que amenazaba con la escopeta de perdigones.
Ayer la policía, que acudió a la llamada del portero cuando vio un cuerpo a través de los cristales, descubrió a la mujer de conde muerta de un disparo en la cabeza en la cocina.
En Conde y la otra mujer estaban muertos con herida de bala en el salón. El hombre, se había disparado en la mandícula, tenía un arma en los pies. Por eso creen que se suicidó tras matar a las mujeres.
Aunque los vecinos se quejaban del conde, esta vez nadie oyó los disparos que se creen que fueron en torno a la 1 de la madrugada de este lunes, cuando algunos pensaron que estaban moviendo muebles.
El Conde tenía permiso de armas a pesar de que en 2019 había agredido a su madre y su hermana y en 2018 a su mujer, que no le denunció.
De confirmarse el crimen machista, la mujer del conde sería la víctima número 20 de esta lacra en lo que va de año. Sin olvidarnos, de la otra mujer, de 77 años.