Touayba Bakkali, una joven toledana de origen marroquí de 18 años, ha conseguido lo que muchos sueñan estos días, una espectacular nota en la EBAU. Nada más y nada menos que un 13,84. Su familia se ha sacrificado mucho por poder ofrecerle una educación y no caben en sí de orgullo. La historia de esta alumna, que quiere estudiar la carrera de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid, es toda una demostración de esfuerzo y dedicación. Así nos lo cuenta en Informativos Telecinco.
La joven es la séptima de ocho hermanos, quienes siempre han sido un gran apoyo para ella. El camino hasta superar la EBAU con creces no ha sido sencillo. "Me siento muy feliz, es todo un logro para mí y un sueño hecho realidad", explica Touayba. Sus padres salieron hace 35 años de Tánger, en el norte de Marruecos, y llegaron a España sin saber leer ni escribir. Por entonces, tenían solo un hijo y los inicios fueron duros. Comenzaron a ganarse la vida con la compraventa de objetos de segunda mano y soñaban con un futuro mejor, pero llegaron más miembros a la familia y se tuvieron que sacrificar por ellos.
"Mis padres me han dicho que están muy orgullosos. Se lo debo todo. Estaban muy emocionados. Confiaban en mí y sabían que podía lograrlo. Ha sido muy especial para todos recibir la nota final", agrega Touayba. La joven toledana asegura que ha aprovechado la oportunidad que ellos no tuvieron. "Les hubiera encantado, pero no fue posible", precisa sobre la trayectoria de sus progenitores.
Su madre fue toda una inspiración para no cejar en el empeño. La joven siempre ha tenido en cuenta todo su esfuerzo para seguir estudiando y alcanzar su meta. De hecho, de los seis hermanos mayores de Touayba, cinco han hecho carrera universitaria. Todos la han animado en esta recta final hasta la universidad: "Me dijeron que confiara en mí y que no fuese nerviosa. Siempre me han apoyado todos".
Touayba reside con su familia en el municipio de Portillo de Toledo (Castilla-La Mancha), donde el censo es de unos 2.200 habitantes. Tanto ella como sus hermanos fueron los primeros marroquíes en ir al colegio de la localidad. Los profesores siempre la han ayudado "muchísimo en todo", nunca ha sufrido ningún tipo de discriminación por sus raíces. No obstante, asegura que gran parte de su familia sí que ha sufrido la desconfianza de algunos. Ella no dejó dudas desde el primer momento: siempre fue una alumna brillante: "Siempre me he esforzado mucho e intentado trabajar al máximo".
Las notas de Touayba de la EBAU son espectaculares: un 9,75 en Lengua Castellana, Inglés y Matemáticas II y un 9,5 en Historia de España. En cuanto a las optativas, en Biología y Química ha obtenido un 10. "Me empecé a preparar desde principio de curso. Soy muy aplicada y las últimas tres semanas las utilice para repasar", explica la joven de 18 años, que admite que tuvo nervios en el momento de hacer los exámenes, aunque "al hacer el primero" ya se relajó.
Touayba reconoce además que tuvo dudas en alguno de los exámenes -algunos fueron polémicos por su dificultad-, pero dice que solventó la situación con tranquilidad: "El de Matemáticas tenía contenidos que no habíamos trabajado en clase, pero al darte la posibilidad de elegir preguntas me fui a lo seguro". Su convicción en la toma de decisiones venía de lejos, contaba con un 9,9 en Bachillerato.
La joven estudió en el IES Aldebarán, en la localidad de Fuensalida, a dos kilómetros de su pueblo. Su padre se encargó de llevarla y traerla a clase durante los dos años previos a la EBAU. "Desafortunadamente, cuando pasé Bachillerato, no había un autobús disponible para que los alumnos de estos cursos pudieran desplazarse hasta el instituto", explica sobre aquellos momentos Touayba, que ha conseguido la mejor calificación de su instituto y una de las más altas del país.
Sus profesores, quienes siempre la ayudaron tanto, le han dado la enhorabuena por la nota. "La verdad es que me he encontrado con profesionales que no sólo han sido mis profesores, sino amigos", explica la joven, que ya ha celebrado la gran nota con sus padres, hermanos y amigos. Además, este verano, tras la inmensa alegría, espera viajar a Marruecos y celebrarlo con el resto de su familia.
Touayba no lleva velo todavía, pero dice que "no tendría problema" en llevarlo en clase. No tiene miedo de que la señalen. Considera que es "una decisión particular" y que "hay que respetarla". La joven pone en valor a las mujeres marroquíes que estudian y cree que si se prohibiera llevarlo en las aulas lo vería muy mal. "En un país libre como es España sería un gran atraso que se impusiera tal cosa. Hay una percepción equivocada y errónea de nuestra religión", agrega al respecto.
La estudiante toledana quiere ser doctora en el futuro y ejercer en Marruecos durante una temporada, una vez haya ganado experiencia. No obstante, todavía no tiene claro qué especialidad le gustaría desempeñar. "Desde pequeña sabía qué es lo que quería estudiar y mi meta es poder ayudar a todas las personas", concluye Touayba, todo un ejemplo de dedicación y amor por la familia.