Se reabre uno de los casos más mediáticos de los últimos años: el crimen de Mari Carmen Martínez, la viuda del expresidente de la Caja de Ahorros del Mediterráneo. Su yerno, Miguel López, fue acusado de haberle pegado dos tiros en el lavadero del negocio familiar en 2016. Dos años después, un jurado popular le declaró no culpable en una segunda deliberación que no estuvo exenta de polémica. Ahora, el Tribunal Supremo acaba de anular la sentencia que confirmaba su absolución.
Todoo ello supone que, por orden del Supremo, se tenga que celebrar un nuevo juicio con un jurado distinto y un nuevo magistrado. El Tribunal Supremo considera que la magistrada, el tribunal, no fue imparcial.
Hubo dos veredictos. El primero fue condenatorio. El acta de ese veredicto se destruyó de manera intencionada porque la magistrada consideró que había pruebas que no había valorado el jurado. Un segundo veredicto, dos días después, fue el absolutorio, que justo coincidió con la entrada de un nuevo jurado. Por eso, el Tribunal Supremo lo ha anulado.
Concretamente, la sentencia del Supremo considera que el derecho de defensa del hijo de la víctima, que ejercía la acusación particular y que recurrió, quedó "irremediablemente dañado" por la forma en la que se desarrolló la devolución del acta del jurado por la magistrada-presidenta, en una audiencia en la que se convocó a las partes y al tribunal popular.
De esta forma, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha anulado la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana que confirmó la absolución de López en el caso del asesinato de su suegra, viuda del expresidente de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) Vicente Sala, ocurrido en diciembre de 2016 en el concesionario de coches de Alicante que el yerno regentaba.